Hace 2 meses se cumplió el aniversario de la matanza de Caracas del año 1989, conocida como el Caracazo. No creais que los disturbios en Venezuela empezaron con Hugo Chávez, no, que antes, cuando gobernaba la oposición a Chávez también los había, y peores.
El señor Felipe González pretende ejercer de abogado defensor de algunos opositores venezolanos que están en la cárcel acusados de golpismo, disturbios con resultado de muerte y otras cosas feísimas.
Entiende mucho de matanzas en Venezuela, porque él no ha estado en contra de todas las matanzas ni a favor de todos los opositores, no, eso solo lo hace cuando conviene al FMI. El FMI, al servicio de la tiranía de la oligarquía financiera mundial, responsable de la ruina de muchos países y del enriquecimiento de muchos delincuentes, en connivencia con el Gobierno de Carlos Andrés Pérez, “liberalizó” en su día la economía venezolana, imponiendo condiciones abusivas y estrangulando a los más pobres.
La clase obrera y las masas populares, que no tenían ya ni para comer, se echaron a las calles. Manifestaciones, colas, supermercados saqueados, el ejército en la calle… Resultado: entre muertos y desaparecidos, 3.000. Repito: 3.000.
En la “represión chavista” tan aireada por los medios de la oligarquía financiera van, de momento, 43, entre ellos varios policías abatidos por francotiradores. 3.000 asesinatos. ¿Y qué dijo entonces Felipe González sobre semejante ataque a la democracia y a la libertad? ¿Acaso se enfadó por el asesinato impune de ciudadanos que ejercían su derecho a manifestarse? Pues no. Dos días después del Caracazo, solos dos días después, cuando todavía la sangre todavía estaba fresca, llamó a su colega Carlos Andrés Pérez y le ofreció un préstamo inmediato de 600 millones de dólares, según el diario El País de 2 de marzo de 1989, “para ayudarle en estos críticos momentos”. Nada de sanciones.
Se puede cambiar mucho con los años, es verdad, ahora vemos a Felipe en yates de lujo, de consejero de multinacionales, etc. Se puede cambiar de ideas, de fortuna, de esposa… pero no hay cambio sino evolución. Presentarse como abogado de las libertades, como defensor de opositores encarcelados y de la democracia, tras ser culpable del terrorismo de Estado y de represión contra la oposición en los GAL y de no solo no condenar la represión y los asesinatos sino ayudar con dinero a un gobierno terrorista como el de Carlos Andrés Pérez; y más en Venezuela, es una indecencia y una hipocresía. Después de haber avalado aquella avergonzante matanza del Caracazo respaldando al Gobierno que la ejecutó, está moralmente deslegitimado para defender libertades.
Pero para un cambiachaquetas ideológico, defendiendo los intereses del FMI, todo es legítimo. Felipe González es un mercenario y un mentiroso. Que no nos toman por tontos, Leopoldo López y Antonio Ledezma están acusados de golpismo, de disturbios y de asesinatos.
#FelipeFueraDeAqui @david_zaplana
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