Existe
un importante debate en la izquierda latinoamericana sobre qué es lo
que ocurre en Venezuela, cómo caracterizar al gobierno
cívico-militar de Maduro, el contenido de las protestas masivas de
abril y mayo, si hay una “guerra económica” como alega el
gobierno, si en definitiva se justifica la represión y la imposición
de un gobierno de facto sin parlamento ni elecciones, o si debe
combatirse ese intento.
El
economista argentino Claudio Katz ha brindado una entrevista
recientemente, titulada “La aplicación de Gramsci a Venezuela
implicaría hoy asumir decisiones revolucionarias” (Rebelión,
6/5/2017 http://rebelion.org/noticia.php?id=226296).
Sin entrar a discutir la perspectiva gramsciana, lo cierto es que
para asumir decisiones revolucionarias en Venezuela, el primer paso
es tener una correcta caracterización acerca de qué es lo que está
ocurriendo. Lamentablemente Katz repite muchos de los lugares comunes
del chavismo y el estalinismo latinoamericano en relación con
Venezuela. Veamos los nueve errores más gruesos de lo dicho por
Katz:
Error
1: “No cabe la menor duda que hay un golpe reaccionario en marcha,
que combina el sabotaje de la economía con la violencia callejera y
las provocaciones diplomáticas. En un plazo más prolongado es lo
mismo que ocurrió con Salvador Allende”.
Respuesta:
Hay
un proceso reaccionario en marcha que consiste en el intento del
gobierno de Maduro, ante la pérdida de apoyo popular, de consolidar
un régimen dictatorial mediante la anulación del parlamento y la no
realización de elecciones. Los paralelismos entre el Chile de 1973 y
Venezuela de 2002-2003 son adecuados, pues hubo golpes de Estado
precedidos de paros patronales y sabotaje de la economía. La
situación actual es totalmente distinta, el gremio patronal
participa de un “Consejo Nacional de Economía Productiva” con el
gobierno, mientras que la escasez y el crecimiento de la miseria son
la consecuencia de un ajuste de terribles magnitudes ejecutado por un
gobierno repudiado por la enorme mayoría de los trabajadores y los
sectores populares.
Error 2: “El trasfondo obvio de esa agresión es el petróleo. Venezuela es la principal reserva continental de crudo y provee el 12% del combustible importado por Estados Unidos. Para confiscarlo el Departamento de Estado promueve una situación de caos, tendiente a repetir los operativos de Irak, Libia o Panamá”.
Respuesta:
La principal transnacional enclavada en la industria petrolera
venezolana es Chevron. Otras transnacionales yanquis presentes son
Schlumberger y Halliburton. El chavismo pactó concesiones por 40
años en empresas mixtas donde Chevron y otras transnacionales tienen
hasta un 40% de la participación accionaria. El saqueo del petróleo
venezolano por parte del imperialismo ya es un hecho.
Error
3:
“(Los medios) acusan al gobierno de cualquier tropelía, omitiendo
que el grueso de los asesinatos afecta a militantes del chavismo”.
Respuesta: La enorme mayoría de los más de mil heridos, de los centenares de detenidos, muchos de ellos procesados por tribunales militares, y las decenas de personas asesinadas en el último mes, no son “militantes del chavismo” sino personas que protestan contra el gobierno o participan en saqueos, tal y como refleja el informe de la Fiscalía General del 4 de mayo.
Error
4:
“Hoy Venezuela es la principal trinchera contra Trump. Su programa
de avasallar la región empezando por el muro en México, transita
por la confiscación del petróleo venezolano”.
Respuesta:
El gobierno de Maduro presentó a Trump como “el mal menor” ante
la candidatura de Clinton. Luego del triunfo del magnate, giró
instrucciones a los medios de comunicación estatales para que no
criticaran al presidente electo. Esos mismos medios criticaron la
marcha de mujeres del día posterior al acto de asunción de Trump,
para el cual Maduro donó medio millón de dólares a través de la
empresa estatal Citgo. Maduro ha dicho que Trump es víctima de una
“campaña de odio” de los medios yanquis, y se ha referido a él
como su “amigo” y “camarada”. ¡A eso es que Katz llama “la
principal trinchera contra Trump”!
Error
5:
“…(hay una) gran decisión de Maduro de resistir. A diferencia de
Dilma o Lugo no se entrega. Esa firmeza explica el odio de los
poderosos de la región”.
Respuesta:
La derecha regional y mundial aprovecha el desastre del chavismo para
hacer campaña contra el socialismo y la izquierda. No ayuda el hecho
de que muchos autodenominados socialistas e izquierdistas defiendan
los crímenes económicos y políticos de Maduro contra el pueblo
trabajador. Pero no todo es “odio” en las élites contra Maduro.
Su apego irrestricto al pago de la deuda externa a toda costa ha
llevado a que hasta el diario yanqui The Washington Post califique al
gobierno de Maduro en abril como “La revolución socialista
favorita de Wall Street”. Importantes burgueses nacionales como
Cisneros o Vollmer son beneficiarios de negociados con el gobierno y
lo apoyan. Incluso la mayoría de los medios de comunicación
privados nacionales tienen una línea editorial favorable al gobierno
y censuran las protestas.
Error
6:
“(El gobierno) en la durísima confrontación del último año no
apeló al poder comunal y en ausencia de ese basamento el pueblo
tomará distancia”.
Respuesta:
Es al revés. El pueblo ha tomado distancia del gobierno corrupto,
entreguista y ajustador, y canalizó su voto castigo a través de la
centroderecha opositora, dándole la mayoría del parlamento en 2015.
Desde entonces la base social del gobierno se ha erosionado mucho más
aún. El gobierno no puede apelar a un apoyo popular que ya no tiene.
En cuanto al “poder comunal”, es simplemente un apéndice del
viejo Estado burgués, controlado y dirigido por el PSUV, los
ministerios y los militares.
Error
7:
“Lo más grave es la tolerancia de la corrupción y sobre todo de
la fuga de capitales. No expropian a los empresarios que provocan el
colapso de la economía con manipulaciones de las divisas y los
bienes importados”.
Respuesta:
La principal manipulación de las divisas consiste en mantener varias
tasas de cambio oficiales y una tasa paralela con una disparidad
monstruosa, para alimentar deliberadamente la corrupción de la
burocracia, la boliburguesía y hacer clientelismo con sectores de la
burguesía tradicional. Más que tolerar la corrupción, la
incentivan con todo.
Error
8:
“La única forma de vencer a la derecha es transformar en hechos el
discurso socialista. En las situaciones límites y frente al abismo
el proyecto bolivariano puede renacer con un perfil más radical”.
Respuesta:
El gobierno de Maduro es un gobierno burgués que no surgirá como un
“ave fénix socialista” de sus escombros. Ni quiere ni puede
hacerlo. En cambio va cada vez más hacia la derecha. Suspensión de
garantías constitucionales, anulación del parlamento,
militarización de las calles, entrega de concesiones megamineras al
imperialismo, recorte brutal del consumo para pagar deuda, uso de
paramilitares, uso de tribunales militares contra centenares de
civiles, convocatoria a una Constituyente corporativa con delegados
designados por organismos controlados por el PSUV. Esa es la
realidad, que no cambiarán los “consejos” de Katz u otros
intelectuales chavistas.
Error
9:
“… el mayor peligro actual de las posturas sectarias se verifica
en Venezuela. Algunos hacen causa común con la derecha en la crítica
a Maduro. Repiten las mismas acusaciones de los medios de
comunicación hegemónicos o recurren a despistadas comparaciones con
Gadafi y Hussein. No exponen sus cuestionamientos desde un terreno de
lucha común contra el golpe. Aquí conviene recordar el rechazo
total de Gramsci a la teoría del social-fascismo, que en su época
equiparaba a Hitler y Mussolini con los adversarios socialdemócratas.
Al igual que Trotsky promovía estrategias de frente único contra la
derecha, que son vitales en el contexto actual de Venezuela”.
Respuesta:
Como hemos visto, lo más parecido a un “golpe” en Venezuela,
donde los militares ocupan un rol de dirección en el gobierno, es la
ofensiva represiva de Maduro. Sería sectario que la izquierda se
negara a reconocer las legítimas aspiraciones de millones de
trabajadores y jóvenes que luchan contra Maduro, solo porque la
principal dirección política opositora es de centroderecha, y que
por esa sola razón la izquierda se mantenga en posiciones
abstencionistas, o peor aún, de complicidad con el giro dictatorial
de la chavoburguesía. Desde una oposición de izquierda a la
regresión política y económica impulsada por Maduro se puede
enfrentar a la MUD, como de hecho se viene haciendo. La MUD busca una
salida negociada y electoral que apuntale una futura
“gobernabilidad”, su programa económico implica la continuidad
del saqueo y la subordinación a EEUU.
El
Partido Socialismo y Libertad (PSL) viene llamando a unificar a la
oposición de izquierda y a los activistas de la base chavista que se
oponen a Maduro, en torno al repudio a la represión y al ajuste,
para levantar una alternativa política con un programa obrero y
popular para salir de la crisis. Partiendo del no pago de la deuda
externa, la nacionalización en un 100% de la industria petrolera sin
empresas mixtas ni transnacionales, la confiscación de las cuentas y
propiedades de las empresas de maletín, la reforma agraria y la
anulación definitiva del proyecto del Arco Minero del Orinoco.
Simón
Rodríguez Porras
(Militante
del Partido Socialismo y Libertad, sección en Venezuela de la
UIT-CI)
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