Berlín, 12 jun (PL) El Partido de la Izquierda de Alemania (Die Linke) calificó hoy de exitoso su congreso, que se celebró este fin de semana en la ciudad de Hannover.
Durante tres días, los socialistas fijaron su agenda política para las elecciones parlamentarias del 24 de septiembre.
Actualmente, Die Linke tiene la bancada opositora más grande en el Bundestag, la cámara baja en el legislativo alemán.
En vista de los próximos comicios, la presidenta del grupo parlamentario, Sahra Wagenknecht, atacó fuertemente al Partido Socialdemócrata (SPD) y a Los Verdes.
Los socialistas - subrayó Wagenknecht - solamente estarán a disposición de estos partidos, si ellos se deciden finalmente a realizar un cambio político en el país.
'Nosotros queremos cambiar el rumbo de este país' - dijo - 'y si encontramos socios para eso, estaremos dispuestos a entrar en gobiernos.
El discurso de Wagenknecht, que se realizó a finales del congreso, también envió un mensaje a las filas internas, pues el partido está dividido entre los que abogan por la colaboración gubernamental y aquellos que defienden los actuales principios políticos.
Para los socialistas alemanes, una alianza rojo-rojo-verde es la única opción para gobernar a nivel nacional.
No obstante, actualmente no hay una mayoría para tal coalición, debido a la caída masiva del SPD y de Los Verdes en las encuestas.
En esta situación, Wagenknecht y sus compañeros insisten en que estos partidos abandonen la vía neoliberal, una propuesta rotundamente rechazada por los liderazgos de ambas organizaciones.
Ante esta perspectiva, Wagenknecht llamó a su partido a entrar en una campaña electoral firme y efectiva.
'Nuestra meta debería consistir en ganar tanta fuerza que podamos ejercer presión a todos los demás', destacó la también diputada.
A la par, reprochó al SPD una falta de voluntad para cambiar la actual política neoliberal, mencionando en especial el sector de salarios bajos, recortes de las pensiones y el controvertido sistema de subsidios de desempleo.
Al candidato principal del SPD para la cancillería federal, Martin Schulz, sugirió tomar como ejemplo al líder del partido laborista de Gran Bretaña, Jeremy Corbyn, quien impuso una programa progresista.
'Lamentablemente no tenemos el poder para convertir a Martin Schultz en un Jeremy Corbyn alemán', concluyó irónicamente.
lam/hcn
Actualmente, Die Linke tiene la bancada opositora más grande en el Bundestag, la cámara baja en el legislativo alemán.
En vista de los próximos comicios, la presidenta del grupo parlamentario, Sahra Wagenknecht, atacó fuertemente al Partido Socialdemócrata (SPD) y a Los Verdes.
Los socialistas - subrayó Wagenknecht - solamente estarán a disposición de estos partidos, si ellos se deciden finalmente a realizar un cambio político en el país.
'Nosotros queremos cambiar el rumbo de este país' - dijo - 'y si encontramos socios para eso, estaremos dispuestos a entrar en gobiernos.
El discurso de Wagenknecht, que se realizó a finales del congreso, también envió un mensaje a las filas internas, pues el partido está dividido entre los que abogan por la colaboración gubernamental y aquellos que defienden los actuales principios políticos.
Para los socialistas alemanes, una alianza rojo-rojo-verde es la única opción para gobernar a nivel nacional.
No obstante, actualmente no hay una mayoría para tal coalición, debido a la caída masiva del SPD y de Los Verdes en las encuestas.
En esta situación, Wagenknecht y sus compañeros insisten en que estos partidos abandonen la vía neoliberal, una propuesta rotundamente rechazada por los liderazgos de ambas organizaciones.
Ante esta perspectiva, Wagenknecht llamó a su partido a entrar en una campaña electoral firme y efectiva.
'Nuestra meta debería consistir en ganar tanta fuerza que podamos ejercer presión a todos los demás', destacó la también diputada.
A la par, reprochó al SPD una falta de voluntad para cambiar la actual política neoliberal, mencionando en especial el sector de salarios bajos, recortes de las pensiones y el controvertido sistema de subsidios de desempleo.
Al candidato principal del SPD para la cancillería federal, Martin Schulz, sugirió tomar como ejemplo al líder del partido laborista de Gran Bretaña, Jeremy Corbyn, quien impuso una programa progresista.
'Lamentablemente no tenemos el poder para convertir a Martin Schultz en un Jeremy Corbyn alemán', concluyó irónicamente.
lam/hcn
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