Repudio a la masacre de
Orlando, EEUU
En la madrugada del domingo,
12 de junio, un hombre con armas de fuego irrumpió en el club
nocturno "Pulse", frecuentado por sectores de la comunidad
gay y arremetió a tiros contra la multitud, asesinando a cuarenta y
nueve personas e hiriendo a más de cincuenta. El estadounidense Omar
Mateen, perpetró la masacre de Orlando, Florida, una de las más
cruenta de un ataque individual en la historia de EEUU, y fue abatido
en una refriega con la policía.
Si bien el joven de padres
afganos que profesaba la religión islámica reivindicó al ISIS,
previo y durante el ataque, el mismo padre del agresor descartó que
la tragedia haya sido desencadenada por motivos religiosos y apunta a
la homofobia de su hijo, que dos meses atrás, demostró repulsión
al ver a dos hombres besándose en Miami.
Independientemente
de si el accionar fue perpetrado por una organización terrorista
reaccionaria como el ISIS o no, lo
que queda claro es que se trata de un brutal crimen de odio
homofóbico contra la comunidad gay y merece el mayor repudio
por parte de todas las organizaciones sociales y políticas que se
reclamen democráticas.
Especialmente desde el
movimiento obrero y la izquierda debemos repudiar este crimen,
solidarizarnos con las víctimas y sus familias y allegados,
denunciando el rol que juegan los gobiernos capitalistas y en
especial su cabeza, el gobierno imperialista de los Estados Unidos,
en el sostenimiento de condiciones de exclusión, marginación y
discriminación contra los homosexuales.
Aunque Obama negó que sea un
atentado de terrorismo “islámico”, el imperialismo tratará de
utilizar este hecho repudiable para aumentar los mecanismos de
represión interna y externa. Ya salió Hillary Clinton, la candidata
del Partido Demócrata y de Obama, a pedir “reforzar la
seguridad nacional”. Mientras el ultra derechista Donald Trump,
candidato republicano, famoso por sus comentarios y propuestas contra
los inmigrantes, musulmanes, hispanos, las mujeres y el matrimonio
gay, escribió en Twitter: “Agradezco las felicitaciones por estar
en lo cierto sobre el terrorismo islámico”.
Este crimen aberrante de
Orlando, contra la comunidad gay, es consecuencia de las
monstruosidades que genera el sistema capitalista-imperialista
mundial.
La Iglesia Católica, iglesias
protestantes y otras instituciones religiosas realizan campañas
permanentes de odio contra las relaciones homosexuales y contra el
reconocimiento de sus derechos.
En este marco de permanente
restricción de los derechos democráticos de un importante sector de
la población, y de apología ideológica de las agresiones
homofóbicas, ocurren estos atroces crímenes de odio, de los cuales
son víctimas miles de personas en el mundo. Desde el no
reconocimiento de la igualdad de derechos para las parejas
homosexuales, la no protección ante la discriminación laboral y la
estigmatización social, hasta normas como la prohibición de donar
sangre. Por ejemplo, la prohibición en los EE.UU de donar sangre
para hombres homosexuales, un anacronismo de la década del 80 cuando
estallaba la crisis del SIDA, fue levantada en Florida luego de la
masacre, pero aun así sólo de manera temporal. A pesar de que
existen pruebas de VIH que con una altísima efectividad impiden que
sangre con el virus sea utilizada en transfusiones, y que una persona
de cualquier extracción social u orientación sexual podría ser
portadora del virus, se sigue aplicando esa absurda discriminación
contra la población homosexual.
Por todo esto
responsabilizamos, en primer lugar, al imperialismo
norteamericano, en segundo lugar a los gobiernos capitalistas,
al Vaticano y a las instituciones religiosas por crear las
condiciones que propician estos terribles crímenes, que son parte de
las aberraciones del capitalismo contemporáneo.
Desde la UIT-CI repudiamos una
vez más este crimen aberrante de Orlando y llamamos a seguir
movilizándose, como ya ocurre en gran parte del mundo, impulsando
campañas unitarias desde las organizaciones de los trabajadores, de
la juventud, de las mujeres, de las comunidades LGBT y de la
izquierda revolucionaria para enfrentar este terrible flagelo. Para
que la lucha por la igualdad de derechos para la comunidad homosexual
sea parte del programa contra toda explotación y opresión, en el
camino de terminar con el sistema capitalista-imperialista y lograr
un mundo sin opresiones, un mundo socialista.
Miguel
Sorans
Unidad
Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
13
de junio de 2016
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