Artículo publicado en sobre el centro de formación de Pozuelo
La Seguridad Social cierra un “hotel de lujo” para sus funcionarios en medio de un litigio con el adjudicatario
· El centro de formación de Pozuelo, que costó 40,4 millones de euros, tardó 12 años en abrir sus puertas pero su explotación privatizada ha durado sólo dos
· El hotel, con 27 suites y piscina climatizada, se publicitaba en webs de reservas hasta que la Seguridad Social prohibió que lo ocuparan clientes que no fueran funcionarios
· La empresa concesionaria asegura que los cursos de formación sólo le permitían una ocupación del 50% y anuncia una querella criminal
Era ministro de Trabajo Juan Carlos Aparicio cuando en febrero de 2002 el secretario de Estado de Seguridad Social Gerardo Camps presentó ante los medios de comunicación la maqueta del futuro centro de formación permanente para funcionarios del organismo de previsión. Una gran parcela en Pozuelo de Alarcón, cerca de Madrid, que iba a albergar en 22.221 metros cuadrados no sólo aulas de formación sino también una biblioteca y un complejo residencial para alojar a los cursillistas, todo ello distribuido en tres grandes edificios. Además de formación, el recinto podría incluso acoger “actos multitudinarios”. Su inauguración, anunció Camps, estaba prevista en 2005. Iba a costar 25,57 millones de euros.
En agosto de ese mismo año se adjudicó el diseño del proyecto por 2,06 millones de euros. Pero no fue hasta julio de 2007 cuando se adjudicaron las obras, a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), por 28,78 millones de euros. Tres años más tarde se proyectaron “obras complementarias” por otros 619.204 euros, que entonces ejecutó de nuevo FCC a cambio de 7,73 millones más. En 2012 se licitó el suministro del mobiliario y el mantenimiento de las instalaciones. Pero no fue hasta octubre de 2013, casi 12 años después de la maqueta de Camps, cuando por fin el “complejo residencial” abrió sus puertas, una vez adjudicada su explotación a Touractive, una empresa hostelera.
Hasta ese momento, el recinto le había costado al erario público un total de 40,38 millones de euros, un 58% por encima del presupuesto inicial. Dos años y cuatro meses después, el pasado mes de febrero, el centro está cerrado y la empresa que lo explotaba prepara una querella criminal por abuso de derecho contra la Seguridad Social. Este organismo público, a su vez, presentó el pasado 4 de mayo una demanda civil contra el adjudicatario.
En agosto de ese mismo año se adjudicó el diseño del proyecto por 2,06 millones de euros. Pero no fue hasta julio de 2007 cuando se adjudicaron las obras, a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), por 28,78 millones de euros. Tres años más tarde se proyectaron “obras complementarias” por otros 619.204 euros, que entonces ejecutó de nuevo FCC a cambio de 7,73 millones más. En 2012 se licitó el suministro del mobiliario y el mantenimiento de las instalaciones. Pero no fue hasta octubre de 2013, casi 12 años después de la maqueta de Camps, cuando por fin el “complejo residencial” abrió sus puertas, una vez adjudicada su explotación a Touractive, una empresa hostelera.
Hasta ese momento, el recinto le había costado al erario público un total de 40,38 millones de euros, un 58% por encima del presupuesto inicial. Dos años y cuatro meses después, el pasado mes de febrero, el centro está cerrado y la empresa que lo explotaba prepara una querella criminal por abuso de derecho contra la Seguridad Social. Este organismo público, a su vez, presentó el pasado 4 de mayo una demanda civil contra el adjudicatario.
“Es un hotel de lujo”
Finalmente, el centro de formación de Pozuelo incluye un auditorio con aforo para 480 personas, una sala de juntas, ocho aulas que pueden albergar hasta 110 cursillistas, además de un hotel con 124 habitaciones y 27 suites, una cafetería con capacidad para 112 personas, un restaurante y un autoservicio para otros 195 comensales. Sin olvidar la piscina climatizada y un gimnasio. “Es un hotel de lujo”, destaca Justo Domingo Blanco, el administrador de Touractive.
Todo ello dispuesto para alojar a los funcionarios de la Seguridad Social que reciben cursos de formación o a los directivos que celebran jornadas o encuentros internacionales, según publicita el centro en la propia página web del organismo público. También está destinado a los familiares de los funcionarios “hasta segundo grado inclusive” –abuelos, hermanos y nietos– durante los fines de semana –los cursos sólo se celebran de lunes a viernes– y a otros clientes “pertenecientes a empresas, instituciones sin ánimo de lucro y cualquier otro tipo de organización”. Estos últimos siempre que lo autorice previamente la Tesorería General de la Seguridad Social. Así consta en el pliego de condiciones del concurso licitado en julio de 2013. Cuando la web de la Seguridad Social presentó el recinto, en enero de 2014, se anunciaba que “en el futuro” el uso del recinto “podría extenderse al sector privado”.
El precio de la habitación doble aparece fijado en el citado pliego de condiciones: 40 euros la noche para los funcionarios de la Seguridad Social de lunes a viernes y 52 euros los fines de semana. Si el funcionario pertenecía a cualquier otro departamento de la Administración pública, debía pagar 52 euros. Para los clientes “externos”, la tarifa podía fijarla libremente el adjudicatario.
Touractive consiguió el contrato para la “explotación patrimonial” del complejo residencial en un concurso publicado el 25 de julio y cuyo plazo para presentar ofertas terminaba el 19 de agosto. Fue la única empresa candidata. Ofreció un canon anual de 27.000 euros, sin IVA, más del doble de los 12.000 euros que establecían los pliegos de condiciones del contrato. “Nos pareció una buena combinación”, explica Justo Domingo Blanco, “completar con ocupación turística los periodos en que no había ocupación con los cursos y la actividad de la Seguridad Social: los fines de semana, las navidades y todo el verano”.
Así, el “hotel residencia Pozuelo” aparecía en las webs de las principales centrales de reservas, booking.com,letsBookHotel.com, rumbo.es, o en Groupalia. Se podía reservar hasta una suite nupcial. En el vídeo promocional que aún se puede encontrar en internet, el hotel ofrece “tecnología domótica” y “materiales nobles” en todas las habitaciones, un chef para diseñar menús a petición del cliente, “yoga, pilates y fitness” e incluso talleres de cata de gin tonics y vinos. “Ideal para eventos familiares, bodas y celebraciones” o para reuniones empresariales, proclama........
Volverá a ser explotado por una empresa privada
El penúltimo capítulo de la historia se escribió el pasado mes de febrero, cuando la Seguridad Social comunicó a Touractive la resolución del contrato, en principio de tres años prorrogables a 54 meses, “por incumplimiento culpable de la empresa tanto en la prestación del servicio como en el abono de los gastos de gas y del canon de 2016”: 121.878 euros por el primer concepto y 25.682 euros por el segundo. También le exigía 20.000 euros como indemnización por daños y perjuicios, al haber suelto de forma unilateral el contrato. Justo Domingo dice que, excepto la factura del gas, el resto ya le ha sido descontado y, por tanto, no debe nada por el canon al organismo público. Tampoco se le ha notificado aún la demanda civil de la que habla la Seguridad Social. Ésta, por su parte, anuncia que va a volver a licitar la explotación del complejo residencial, aunque no precisa cuándo y si va a cambiar las condiciones en que lo adjudicó la primera vez, en vista del resultado.
En uno de los tres edificios del complejo sólo queda ahora un puñado de funcionarios de la Seguridad Social, además de su gerente –hasta septiembre no se imparten cursos–. Uno de ellos es Antonio de Guindos, hermano del ministro de Economía y funcionario del Cuerpo Superior de Intervención y Contabilidad de la Seguridad Social. Recaló en el centro de Pozuelo tras dimitir como concejal de Seguridad del Ayuntamiento al ser imputado en el caso del Madrid Arena.
Finalmente, el centro de formación de Pozuelo incluye un auditorio con aforo para 480 personas, una sala de juntas, ocho aulas que pueden albergar hasta 110 cursillistas, además de un hotel con 124 habitaciones y 27 suites, una cafetería con capacidad para 112 personas, un restaurante y un autoservicio para otros 195 comensales. Sin olvidar la piscina climatizada y un gimnasio. “Es un hotel de lujo”, destaca Justo Domingo Blanco, el administrador de Touractive.
Todo ello dispuesto para alojar a los funcionarios de la Seguridad Social que reciben cursos de formación o a los directivos que celebran jornadas o encuentros internacionales, según publicita el centro en la propia página web del organismo público. También está destinado a los familiares de los funcionarios “hasta segundo grado inclusive” –abuelos, hermanos y nietos– durante los fines de semana –los cursos sólo se celebran de lunes a viernes– y a otros clientes “pertenecientes a empresas, instituciones sin ánimo de lucro y cualquier otro tipo de organización”. Estos últimos siempre que lo autorice previamente la Tesorería General de la Seguridad Social. Así consta en el pliego de condiciones del concurso licitado en julio de 2013. Cuando la web de la Seguridad Social presentó el recinto, en enero de 2014, se anunciaba que “en el futuro” el uso del recinto “podría extenderse al sector privado”.
El precio de la habitación doble aparece fijado en el citado pliego de condiciones: 40 euros la noche para los funcionarios de la Seguridad Social de lunes a viernes y 52 euros los fines de semana. Si el funcionario pertenecía a cualquier otro departamento de la Administración pública, debía pagar 52 euros. Para los clientes “externos”, la tarifa podía fijarla libremente el adjudicatario.
Touractive consiguió el contrato para la “explotación patrimonial” del complejo residencial en un concurso publicado el 25 de julio y cuyo plazo para presentar ofertas terminaba el 19 de agosto. Fue la única empresa candidata. Ofreció un canon anual de 27.000 euros, sin IVA, más del doble de los 12.000 euros que establecían los pliegos de condiciones del contrato. “Nos pareció una buena combinación”, explica Justo Domingo Blanco, “completar con ocupación turística los periodos en que no había ocupación con los cursos y la actividad de la Seguridad Social: los fines de semana, las navidades y todo el verano”.
Así, el “hotel residencia Pozuelo” aparecía en las webs de las principales centrales de reservas, booking.com,letsBookHotel.com, rumbo.es, o en Groupalia. Se podía reservar hasta una suite nupcial. En el vídeo promocional que aún se puede encontrar en internet, el hotel ofrece “tecnología domótica” y “materiales nobles” en todas las habitaciones, un chef para diseñar menús a petición del cliente, “yoga, pilates y fitness” e incluso talleres de cata de gin tonics y vinos. “Ideal para eventos familiares, bodas y celebraciones” o para reuniones empresariales, proclama........
Volverá a ser explotado por una empresa privada
El penúltimo capítulo de la historia se escribió el pasado mes de febrero, cuando la Seguridad Social comunicó a Touractive la resolución del contrato, en principio de tres años prorrogables a 54 meses, “por incumplimiento culpable de la empresa tanto en la prestación del servicio como en el abono de los gastos de gas y del canon de 2016”: 121.878 euros por el primer concepto y 25.682 euros por el segundo. También le exigía 20.000 euros como indemnización por daños y perjuicios, al haber suelto de forma unilateral el contrato. Justo Domingo dice que, excepto la factura del gas, el resto ya le ha sido descontado y, por tanto, no debe nada por el canon al organismo público. Tampoco se le ha notificado aún la demanda civil de la que habla la Seguridad Social. Ésta, por su parte, anuncia que va a volver a licitar la explotación del complejo residencial, aunque no precisa cuándo y si va a cambiar las condiciones en que lo adjudicó la primera vez, en vista del resultado.
En uno de los tres edificios del complejo sólo queda ahora un puñado de funcionarios de la Seguridad Social, además de su gerente –hasta septiembre no se imparten cursos–. Uno de ellos es Antonio de Guindos, hermano del ministro de Economía y funcionario del Cuerpo Superior de Intervención y Contabilidad de la Seguridad Social. Recaló en el centro de Pozuelo tras dimitir como concejal de Seguridad del Ayuntamiento al ser imputado en el caso del Madrid Arena.
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