Para
el próximo 23 de junio está previsto el referéndum británico para
salir o no de la Unión Europea (UE). Será la segunda ocasión que
se celebre un referéndum de este tipo tras aquel de 1975 y en el que
el 67 % de los electores se mostró partidario de permanecer en la
Comunidad Económica Europea. Pero esta vez el resultado es mucho más
incierto.
El gobierno
británico, aunque dividido, llama a votar por continuar en la UE. El
principal argumento es el de no perder la posición en los mercados
del continente. Una carta de la European Round Table of
Industrialists (ERT) —foro de los primeros ejecutivos de las 50
principales firmas industriales y tecnológicas europeas, que
facturan más de dos billones de euros al año- defiende la
pertenencia, como lo hace el FMI y la OCDE que vaticinan todos los
males si Gran Bretaña sale de la UE. También se posiciona a favor
de la continuidad Barack Obama, en nombre del imperialismo
norteamericano, para quien la UE es una plataforma útil para las
multinacionales de Estados Unidos. Para completar el frente de la
permanencia está el Partido Laborista aunque sin mucho entusiasmo,
el SNP, el Partido Nacional Escocés y el irlandés Sinn Feinn.
Tambien un bloque de izquierdas que acaba de invitar a Varufakys, ex
ministro de Syriza, a apoyar la campaña, estos últimos para
explicar que hay que votar a favor de la UE porque podría ser
reformable y ponerla al servicio de los trabajadores/as. Cosa
totalmente falsa.
La salida de la
UE la plantea un sector del propio partido conservador y del gobierno
encabezado por su ministro de finanzas. Con un listado de argumentos
a cual más reaccionario: establecer una relación más directa y
estrecha con EE.UU., que no vengan los inmigrantes, que no se
impongan medidas de protección laboral y para poder avanzar en una
liberalización más rápida del mercado laboral. Todo vestido con la
defensa del nacionalismo inglés. A la derecha de ese bloque se sitúa
el UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido) que abandera el
racismo y la expulsión del inmigrante. En el marco de esta campaña
se produjo el asesinato de Jo Cox, diputada del laborismo, cometido
por un individuo que gritó "Gran Bretaña primero", slogan
de la ultraderecha. Crimen que repudiamos y condenamos.
Por eso no hay
que confundir los posicionamientos de estas fuerzas reaccionarias con
los intereses de los trabajadores/as y de las fuerzas de izquierdas
que estamos por salir de la Unión Europea.
El
sondeo
que presenta The Guardian
muestra que una mayoría de la clase media, el 52% está votando por
permanecer, y sólo el 32% apoya la ruptura, mientras que en la clase
trabajadora, las cifras son casi lo contrario: 36% para permanecer,
50% por romper. Las últimas encuestas dan un crecimiento por la
ruptura, que llaman Brexit. A menudo se simplifica esta lectura
identificando esta posición con las campañas de la derecha, pero
–como ocurrió en el referéndum escocés- al final es la clase
obrera la que no tiene nada que perder y un instinto que le lleva
hasta el final al enfrentar al poder y el gobierno.
Los socialistas
revolucionarios llamamos a votar por salir de la Unión Europea
porque ésta no es una institución neutra que se pueda quitar del
poder de las multinacionales, reformar y convertir en un instrumento
al servicio de los trabajadores y los pueblos. La Unión Europea es
un instrumento del imperialismo y del capital, así lo están
sufriendo no sólo los trabajadores/as griegos sino en todos los
estados de la Unión Europea. Francia se enfrenta hoy con una ley del
trabajo que está provocando una escalada de rechazo social y
movilizaciones, con los obreros/as y la juventud a la cabeza.
Necesitamos unirnos y derrotar estas medidas antiobreras que
pretenden hacer pagar la crisis capitalista a la clase obrera y la
juventud.
Nosotros
rechazamos la Unión Europea (UE), pero no desde la defensa de la
soberanía y los estados nacionales. Somos internacionalistas,
estamos por unir a los trabajadores/as y los pueblos de Europa.
Defendemos la unidad de los trabajadores y los pueblos de Europa,
para una Europa sin multinacionales, ni burgueses ni banqueros
explotadores ni FMI. Pero esa batalla se va a dar en un combate sin
tregua al capitalismo, a los estados burgueses y a sus gobiernos.
Como lo están haciendo los trabajadores y la juventud de Francia
combatiendo la reforma laboral con huelgas y movilizaciones, a
quienes llamamos a apoyar incondicionalmente hasta su victoria. Ese
es el camino para conquistar una Europa de los Trabajadores y los
pueblos.
Estamos por una
mayor integración política y económica, por una Europa unida, pero
esa unidad debe estar al servicio de los trabajadores/as y los
pueblos. Luchamos por los Estados Unidos Socialistas de Europa, por
una Europa de los Trabajadores y los pueblos, sin banqueros ni
capitalistas.
Miguel Sorans
Unidad
Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
17 de Junio de
2016
Comentarios
Publicar un comentario