El mes de mayo se ha despedido con una bajada del desempleo de 119.768 personas, por lo que el desempleo ha quedado en 3.891.403 efectivos, según los datos ofrecidos por el Servicio Estatal Público de Empleo, -SEPE.
Sin duda, este es un buen dato, pero presenta muchas sombras que se irán mostrando a lo largo de este documento.
A lo largo del mes de mayo el desempleo registrado ha descendido en todos los sectores de actividad, fundamentalmente en servicios con 78.406 desempleados menos, -65,5% del total del descenso-, construcción con 15.149, agricultura con 12.060, industria con 9.477 y, finalmente, el colectivo sin empleo anterior, que es el que menos desciende, con 4.676 desempleados menos.
El mes de mayo ha sido tradicionalmente un buen mes para la bajada del desempleo en nuestro país, debido fundamentalmente a la preparación de la campaña turística veraniega y, por tanto, del tirón del empleo en la hostelería y el comercio, fundamentalmente. Empleo que se crea hoy y que se destruirá mañana, esto es, cuando finalice la temporada veraniega. Se trata de un empleo marcado por la estacionalidad que acude puntualmente a la llamada, año tras año, del sector turístico y su demanda de fuerza de trabajo.
El fenómeno del desempleo es desigual, incluso discriminatorio, que es el grado más grave de desigualdad. El 55,4% de los desempleados son mujeres. El desempleo se feminiza.
Por lo que respecta a los contratos firmados a lo largo del mes de mayo, estos alcanzaron la cifra de 1.748.449.
Si se confronta esta última cifra con la del descenso del desempleo habido este mes se obtiene una idea de la elevada rotación en la ocupación de los puestos de trabajo de nuestra economía, que es otra de las características que presenta la temporalidad de las relaciones laborales y de la precarización de las condiciones de empleo y de trabajo.
Ahondado en esta idea, el 91,7% del total de los contratos firmados en mayo son de carácter temporal. Y ahondado más, el 42,8% de los contratos indefinidos de ese mes son a tiempo parcial y los contratos de duración determinada el 32,7%. La apuesta del Gobierno del Partido Popular de promocionar este tipo de contratos está dando sus frutos como forma de lucha contra el desempleo rampante de nuestra economía, pese a que no hace más que precarizar, no sólo las condiciones de empleo, si no, la vida misma.
En cuanto a las prestaciones por desempleo, referidas al mes de abril, las noticias no son en absoluto buenas. Los beneficiarios de las prestaciones mes a mes son menos. En el mes de abril han sido 1.994.370, lo que comparado con el número de desempleados registrados, lleva a que la tasa de cobertura por desempleo se sitúe en el 52,9%. Poco más de la mitad del total de desempleados y desempleados palían su situación con los ingresos que proporcionan esas prestaciones.
La cuantía bruta de la prestación contributiva por desempleo también desciende mes a mes. En el mes de abril es de 801,1 € mensuales de media, lo que proporciona una idea de la precarización vital en la que se encuentran los desempleados y a la que hay que añadir a aquellos que están en una situación aún peor, que son los que no perciben ningún tipo de prestación, como se ha apuntado en el momento de valorar la baja tasa de cobertura por desempleo.
La distribución de las prestaciones por desempleo es la siguiente:
Tipo de prestación
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Nº de beneficiarios
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%
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Prestación contributiva
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715.490
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35,9%
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Subsidio
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909.268
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45,6%
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Renta activa de inserción
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230.355
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11,6%
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Programa de activación de empleo
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25.068
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1,3%
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Subsidio de los eventuales agrarios
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114.189
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5,6%
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TOTAL
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1.994.370
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100,0%
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En este punto es necesario recordar que la percepción de la prestación contributiva por desempleo es un derecho de los trabajadores y trabajadoras, por el que cotizan mensualmente. Este derecho va menguando reforma laboral tras reforma laboral, ajuste presupuestario tras ajuste presupuestario, que pagan los de siempre, los menos favorecidos, tanto en el período de percepción de la prestación como en su cuantía. Poco más de un tercio de los desempleados y desempleadas son los beneficiarios de esta prestación.
Sin embargo, los que perciben el subsidio por desempleo se incrementan mes tras mes. Subsidio con una cuantía ridícula, 426 euros mensuales, que no permite una vida digna a sus perceptores y que en numerosos casos palían con la ayuda familiar o en la economía sumergida. Subsidio que queda al albur del Gobierno de turno, tanto en su período de percepción como en su cuantía y que en numerosos casos es el último escalón de la percepción de una renta que ayude a sobrellevar la situación de desempleo. Casi la mitad de los desempleados y desempleadas de este país son sus beneficiarios. Mayor precariedad para la clase trabajadora y con tendencia al alza dado el volumen del desempleo de larga duración.
La Seguridad Social ha incrementado su número de afiliados en 198.004, con lo que la cifra total de afiliados al sistema es de 17.661.840.
Si se observa en que ramas de actividad se producen estas nuevas incorporaciones, se observa que ha sido la hostelería la que más ha contribuido, con el 36,4% de las afiliaciones. Le siguen el comercio, con el 8,0% y las actividades administrativas con el 7,7%.
Es el sector servicios y, más concretamente aquellas ramas con menor valor añadido, tales como la hostelería y el comercio, las que más empleo generan. Un mal dato para la generación de empleo estable y con derechos, que es lo que demanda el conjunto de la sociedad.
El mes de mayo ha visto como desciende el desempleo en todas las Comunidades Autónomas: Andalucía con 21.338 desempleados registrados menos, Cataluña con 15.918 y Madrid con 12.637, que son aquellas Comunidades con un mayor descenso y, que como puede observarse, son fuertes atractores del turismo tanto interno como del exterior.
El desempleo total en la Comunidad de Madrid se sitúa en 437.366, de los que el 55,0% son mujeres, siguiendo con la tendencia a la feminización del desempleo como en el conjunto del Estado.
Y ha sido el crecimiento de la ocupación en la hostelería el causante de esta bajada del desempleo en Madrid, ya que representa el 70,7%.
En cuanto a la contratación en nuestra Comunidad, también cabe hablar de la acusadísima temporalidad en las relaciones laborales, ya que el 84,6% de los contratos firmados en el mes de mayo en Madrid son temporales.
Las prestaciones por desempleo que perciben las desempleadas y desempleados de Madrid son mayoritariamente las prestaciones contributivas, con un 53,4%, y el subsidio es percibido por el 36,9%, que es el dato positivo en cuanto a las prestaciones.
El peor dato viene dado por la tasa de cobertura del desempleo, que en Madrid se sitúa en el 45,9%, esto es, más de la mitad de las desempleadas y desempleados madrileños no perciben ningún tipo de prestación, lo que es una situación dramática para la vida cotidiana de esas personas.
A la luz de lo expuesto hasta aquí, no se acierta a comprender el triunfalismo que exhibe la Ministra de Empleo y el Gobierno del Partido Popular. La Encuesta de Población Activa del primer trimestre de este año arroja 4.791.400 desempleados y la fiabilidad de esa encuesta, homologada por Eurostat, es poco discutible, comparada con el registro administrativo que hacen de los desempleados los Servicios Públicos de Empleo.
En cualquier caso, el descenso del desempleo se ha producido por el inicio de la campaña turística, ya que dos tercios de ese descenso se producen en el sector servicios. Mientras, en otros sectores, el desempleo ha bajado con mucha menor intensidad: menos de un 8% en la industria y menos de un 4% entre el colectivo sin empleo anterior. El desempleo baja por la actividad estacional del turismo y del comercio, fundamentalmente.
También hay que destacar la feminización del desempleo, ya que las mujeres representan el 55,4% del conjunto de los desempleados. Una política efectiva de empleo a favor de las mujeres debe conllevar una política integral hacia las mujeres, capaz de eliminar las barreras que dificultan, cuando no imposibilitan, su acceso a un empleo estable y con derechos.
El descenso del desempleo y las características de la contratación deben conducirnos a pensar en la emergencia de un nuevo modelo de empleo, que acarrea consecuencias muy negativas para las condiciones de vida de la clase trabajadora: sustitución de fuerza de trabajo empleada de manera indefinida por temporal, la elevadísima rotación en los puestos de trabajo, que no conduce a obtener una experiencia laboral que conlleve un aprendizaje profesional y consiguientemente un horizonte laboral. El horizonte laboral es la combinación de largos períodos de tiempo en situación de desempleo con períodos de ocupación breves en el tiempo y precarios en sus condiciones de trabajo. La tendencia del empleo está marcada por la temporalidad de las relaciones laborales, que hace muy difícil la obtención de derechos como el de la prestación por desempleo, y la precariedad de las condiciones de trabajo y empleo: largas jornadas de trabajo sin contraprestación económica, bajada de los salarios, mayor posibilidad de sufrir un accidente de trabajo, … La única nota positiva que puede intuirse es quizá el fin del ajuste de las plantillas en las empresas, con la negativa de que el empleo es temporal.
Otro hecho que no permite lanzar las campanas al vuelo o vanagloriarse de lo efectiva de la política de empleo del Gobierno del Partido Popular es la de la tasa de cobertura por desempleo, que es de un 52,9%, y cuya tendencia es a la baja mes a mes. Por ejemplo, al comienzo de la legislatura la tasa de cobertura era del 77,7%. Se está arrojando a gran parte del colectivo de desempleados a la más absoluta indigencia vital.
Pero tampoco la percepción de la prestación por desempleo garantiza en absoluto una vida digna. La cuantía de la prestación contributiva ha descendido a lo largo de la legislatura: en 2011 era de 852 euros brutos mensuales y en la actualidad es de 801,1 euros.
Otra nota negativa en cuanto a la percepción de prestaciones por desempleo viene dada por que los beneficiarios del subsidio son más que aquellos que perciben la prestación, como efecto de los recortes presupuestarios, tanto en su duración como en su cuantía, que si bien no baja, tampoco sube, y que debe producir alarma al considerar el elevado volumen del desempleo de larga duración.
Y no, no se puede presumir cuando la Encuesta de Condiciones de Vida indica que el 22,1% del conjunto de la población está en riesgo de pobreza.
No sabemos de qué se presume.
MAYO
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