Protejamos las selvas de Indonesia
Tenemos que seguir trabajando para que las empresas pasen de las palabras a los hechos. ¡Firma para proteger los bosques de Indonesia! |
No podemos permitir que vuelva a ocurrir. No queremos que el próximo mes de septiembre las televisiones y los periódicos nos vuelvan a contar que las selvas de Borneo y Sumatra arden durante semanas. Hay que evitar a toda costa que la historia se repita.
Por desgracia, es una constante. El pasado año, entre agosto y octubre, las selvas de Indonesia vivieron el mayor desastre ambiental del planeta. Más de 130.000 focos de fuego arrasaron las selvas y turberas de las islas de Sumatra y Borneo, en el hábitat de especies amenazadas como el orangután o el tigre de Sumatra. Además, el humo afectó a la salud de las personas, colapsando las urgencias de los hospitales y provocando el cierre de las escuelas. La crisis fue de tal magnitud que las emisiones de gases de efecto invernadero superaron el promedio diario de las emisiones de Estados Unidos.
Y, como en anteriores ocasiones, la industria del aceite de palma y el sector papelero son quienes están mayoritariamente detrás de esta ola de incendios. Estas empresas producen para grandes y conocidas marcas del mundo de la alimentación, la cosmética o algunos mal llamados biocarburantes. Algunas de ellas son PepsiCo, Colgate-Palmolive o Johnson & Johnson.
En noviembre de 2015 Greenpeace propuso al sector privado la elaboración de un plan de prevención de incendios que pusiera las bases para no repetir otra crisis como la que se vivió entre agosto y octubre. Más de 250.000 ciudadanos de todo el mundo se sumaron, gracias a lo cual el presidente de Indonesia pidió una moratoria inmediata y creó un organismo estatal para la restauración de turberas.
Pero no es suficiente. Hay que actuar ya y seguir presionando para que las grandes multinacionales cumplan sus compromisos. Las marcas dicen que tienen políticas activas para evitar que el aceite de palma procedente de la deforestación entre en su cadena de suministro, pero no están funcionando. Son necesarios hechos, no palabras, planes con plazos determinados, transparencia y más determinación.
En los últimos años hemos visto grandes avances en la protección de las selvas de Indonesia. Ya se sumaron Unilever en 2008, Nestlé en 2010, Mattel y sus muñecas Barbie en 2011, o el Banco Santander en 2015. Son solo algunos ejemplos, pero muestran el poder de la gente, de nuestro poder, para seguir dando pasos decisivos en los próximos años. Tenemos que seguir haciendo todo lo posible para que este septiembre el fuego no vuelva a ser protagonista en las selvas de Indonesia. ¿Nos ayudas?
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