El tren de la memoria
mundo obreroCuesta entender la intención del expolítico [J.Verstrynge] ya que él formó parte del Congreso de los diputados y pudo comprobar in situ un representativo conjunto de trabajadores que saltaron de la sala de máquinas, el andamio y el pupitre al escaño.
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
(Augusto Monterroso, la fábula más corta del mundo)
De las muchas ocurrencias, comentarios y controversias que tuvieron como epicentro lo ocurrido en el Congreso de los Diputados durante esa feria de muestras en la que se convirtió la inauguración de la XI legislatura, dos cuestiones –aunque quizá periféricas- me han llamado especialmente la atención, por lo que no me resisto a comentarlas para que consten en estas páginas de Mundo Obrero.
Esa misma noche –el 13 de enero/2016- en un programa de radio se enzarzaban dos tertulianos en una discusión que mejor la hubiesen evitado. Trataban de dirimir los comentaristas qué representación era más rupturista, si un Hemiciclo habitado por gentes con coleta, mochilas, rastas, camisetas, etc., en pleno 2016, o aquella imagen, ya instalada en la galería de nuestra historia más reciente, en la que Dolores Ibárruri, diputada por Oviedo, y Rafael Alberti, diputado por Cádiz, ambos del Partido Comunista de España, se encaminan del brazo hacia su puesto de vicepresidentes de edad en el Congreso de Diputados, un 13 de julio de 1977...
Hasta alcanzar el objetivo de la Carrera de San Jerónimo, el viaje realizado por “las fuerzas del cambio”, siendo intenso y accidentado, no obstante lo tenemos reciente y fresco, forma parte de nuestro vivir cada día y en su pasar nos manejamos con precisión y detalle; si con precisión y detalle puede llegar a manejarse un individuo en medio de la presente “modernidad líquida”definida por el sociólogo Zygmunt Bauman, una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado.
En el caso de Pasionaria y Alberti, convendría recordar que ambos habían vuelto a España tras la muerte de Franco, el regreso de los dos se produjo 1977. ¡Ojo!, el PCE fue legalizado el día 9 de abril... Para que nos hagamos idea de cómo andaban las cosas por aquel entonces, conviene recordar que ese mismo año había comenzado con un atentado cometido por terroristas de extrema derecha en el centro de Madrid la noche del 24 de enero. Cinco abogados fueron asesinados en lo que se conoció como la Matanza de Atocha… A poco avisados que seamos, no parece muy difícil concluir que, afortunadamente, hay mucha distancia entre aquellas circunstancias y las que rodean a los aconteceres que hoy nos retransmite La Sexta TV.
Para concluir con este bloque, el entierro de las víctimas de Atocha fue la primera manifestación multitudinaria de la izquierda después de la muerte del dictador Franco. Le siguieron importantes huelgas y muestras de solidaridad en todo el país. Los siguientes años, hasta el 23 de febrero de 1981 –por ubicarnos en una fecha sustancial y fronteriza- se sucedieron en medio de serios problemas derivados de la crisis económica, las dificultades para articular una nueva organización territorial del Estado, las acciones armadas protagonizadas por ETA y la resistencia de importantes sectores del ejército a aceptar un sistema democrático. Con todo, y pesar de los problemas que en la actualidad nos atosigan, ¿alguien teme un ‘tejerazo’?
Segunda cuestión. Jorge Verstrynge ha declarado que en el Congreso de los Diputados “no hubo diputados obreros hasta que llegó Podemos”. Cuesta entender la intención del expolítico y politólogo ya que él formó parte del Congreso de los diputados y pudo comprobar in situ un representativo conjunto de trabajadores que saltaron de la sala de máquinas, el andamio y el pupitre al escaño. Al respecto ha escrito López Bulla en su blog, “provoca [Jorge Vestrynge] una distorsión de la historia porque sabe que la memoria es frágil”, y a continuación recuerda los nombres de Marcelino Camacho, Fernando Soto, Eduardo Saborido, Juan Ramos, Nicolás Redondo, Antón Saracíbar, Valentín Antón y Luis Fuertes (“metalúrgicos de carne y hueso”), el de Cipriano García (“albañil de los pies a la cabeza”), entre otros que dieron buena talla en las bancadas parlamentarias tras el 15 de junio de 1977.
En 1910 el PSOE consiguió su primer diputado de la historia en el Parlamento Español, era un obrero tipógrafo llamado Pablo Iglesias… En febrero de 1936 fue elegida diputada por Asturias una costurera y sirvienta llamada Dolores Ibárruri… Muchos años después llegaría al Congreso otro apellido Iglesias, de nombre Gerardo, minero de oficio...
Si como dice el sabio Ferlosio: “La palabra nos hace”, el mínimo exigible para no perdernos en la “distorsión de la historia” es decir las cosas como son, como fueron…
#MemoriaRastafari
(Augusto Monterroso, la fábula más corta del mundo)
De las muchas ocurrencias, comentarios y controversias que tuvieron como epicentro lo ocurrido en el Congreso de los Diputados durante esa feria de muestras en la que se convirtió la inauguración de la XI legislatura, dos cuestiones –aunque quizá periféricas- me han llamado especialmente la atención, por lo que no me resisto a comentarlas para que consten en estas páginas de Mundo Obrero.
Esa misma noche –el 13 de enero/2016- en un programa de radio se enzarzaban dos tertulianos en una discusión que mejor la hubiesen evitado. Trataban de dirimir los comentaristas qué representación era más rupturista, si un Hemiciclo habitado por gentes con coleta, mochilas, rastas, camisetas, etc., en pleno 2016, o aquella imagen, ya instalada en la galería de nuestra historia más reciente, en la que Dolores Ibárruri, diputada por Oviedo, y Rafael Alberti, diputado por Cádiz, ambos del Partido Comunista de España, se encaminan del brazo hacia su puesto de vicepresidentes de edad en el Congreso de Diputados, un 13 de julio de 1977...
Hasta alcanzar el objetivo de la Carrera de San Jerónimo, el viaje realizado por “las fuerzas del cambio”, siendo intenso y accidentado, no obstante lo tenemos reciente y fresco, forma parte de nuestro vivir cada día y en su pasar nos manejamos con precisión y detalle; si con precisión y detalle puede llegar a manejarse un individuo en medio de la presente “modernidad líquida”definida por el sociólogo Zygmunt Bauman, una etapa en la cual todo lo que era sólido se ha licuado.
En el caso de Pasionaria y Alberti, convendría recordar que ambos habían vuelto a España tras la muerte de Franco, el regreso de los dos se produjo 1977. ¡Ojo!, el PCE fue legalizado el día 9 de abril... Para que nos hagamos idea de cómo andaban las cosas por aquel entonces, conviene recordar que ese mismo año había comenzado con un atentado cometido por terroristas de extrema derecha en el centro de Madrid la noche del 24 de enero. Cinco abogados fueron asesinados en lo que se conoció como la Matanza de Atocha… A poco avisados que seamos, no parece muy difícil concluir que, afortunadamente, hay mucha distancia entre aquellas circunstancias y las que rodean a los aconteceres que hoy nos retransmite La Sexta TV.
Para concluir con este bloque, el entierro de las víctimas de Atocha fue la primera manifestación multitudinaria de la izquierda después de la muerte del dictador Franco. Le siguieron importantes huelgas y muestras de solidaridad en todo el país. Los siguientes años, hasta el 23 de febrero de 1981 –por ubicarnos en una fecha sustancial y fronteriza- se sucedieron en medio de serios problemas derivados de la crisis económica, las dificultades para articular una nueva organización territorial del Estado, las acciones armadas protagonizadas por ETA y la resistencia de importantes sectores del ejército a aceptar un sistema democrático. Con todo, y pesar de los problemas que en la actualidad nos atosigan, ¿alguien teme un ‘tejerazo’?
Segunda cuestión. Jorge Verstrynge ha declarado que en el Congreso de los Diputados “no hubo diputados obreros hasta que llegó Podemos”. Cuesta entender la intención del expolítico y politólogo ya que él formó parte del Congreso de los diputados y pudo comprobar in situ un representativo conjunto de trabajadores que saltaron de la sala de máquinas, el andamio y el pupitre al escaño. Al respecto ha escrito López Bulla en su blog, “provoca [Jorge Vestrynge] una distorsión de la historia porque sabe que la memoria es frágil”, y a continuación recuerda los nombres de Marcelino Camacho, Fernando Soto, Eduardo Saborido, Juan Ramos, Nicolás Redondo, Antón Saracíbar, Valentín Antón y Luis Fuertes (“metalúrgicos de carne y hueso”), el de Cipriano García (“albañil de los pies a la cabeza”), entre otros que dieron buena talla en las bancadas parlamentarias tras el 15 de junio de 1977.
En 1910 el PSOE consiguió su primer diputado de la historia en el Parlamento Español, era un obrero tipógrafo llamado Pablo Iglesias… En febrero de 1936 fue elegida diputada por Asturias una costurera y sirvienta llamada Dolores Ibárruri… Muchos años después llegaría al Congreso otro apellido Iglesias, de nombre Gerardo, minero de oficio...
Si como dice el sabio Ferlosio: “La palabra nos hace”, el mínimo exigible para no perdernos en la “distorsión de la historia” es decir las cosas como son, como fueron…
#MemoriaRastafari
Publicado en el Nº 293 de la edición impresa de Mundo Obrero febrero 2016
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