Ahora que ha habido un repunte, amplificado en las redes sociales, del apoyo mundial a losderechos LGBT en todo el mundo, tras la histórica decisión del Tribunal Supremo de los EEUU, es menester recordar el historial de otro país que, siendo más joven y teniendo una estructura socio-jurídica más compleja en lo referente a uniones matrimoniales, ha sido y es puntero en los derechos y libertades sexuales, así como el único de Oriente Medio –y el primero de Asia– donde la bandera multicolor ondea, como señaló un informe del poco sospechoso The Independent en 2008: Israel.
Primeros pasos
Desde su fundación, en 1948, el desarrollo del ordenamiento jurídico de Israel ha dado lugar a un sistema complejo y único, en palabras de Aharón Barak, expresidente del Tribunal Supremo: laIsraeli common law, que tiene como base una estructura jurídica heredada del Mandato Británico. Esta herencia incluía una ley que prohibía la sodomía. Sin embargo, no existe registro o constancia de que hubiera sentencia condenatoria contra adultos que mantuvieran relaciones homosexuales consentidas en privado (sí se echó mano de esta ley para incluir el agravante de sodomía en delitos sexuales). En 1963, tras una decisión del fiscal general de 1960, el Tribunal Supremo estipuló que dicha ley no debía aplicarse a las relaciones consentidas en el ámbito privado –unos años antes, el Reino Unido condenó a Alan Turing por “indecencia”–. Aunque la ley quedara relegada al olvido práctico, siguió formando parte del derecho positivo israelí hasta 1988, cuando la Knéset la derogó.
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