Angulo de refracción
Pero el ciclo electoral sigue abierto, la crisis económica sigue erosionando con dureza las condiciones del mundo del trabajo, el “sujeto contrarrevolucionario” sigue produciendo indignación y profundo rechazo.
Bienvenido de nuevo, al desierto de lo real. Manuel Fernández-Cuesta
Lo bueno de escribir este artículo antes de saber los resultados del 24M es que esta circunstancia, que generalmente produce vértigo e inquietud en quien escribe, evita caer en la estúpida e inútil sabiduría del “ya os lo decía yo”. Sabiduría propia del listillo que en cada revés ve el cumplimiento de su profecía y en cada paso adelante encuentra ocasión para colgarse una medalla desde la que golpear a propios y ajenos. La sabiduría de los que siempre tienen razón. Ocurre sin embargo que, como decía Lenin, lo importante no es tanto tener razón como tener razón en el momento oportuno. Seguramente por eso, para nosotros y nosotras: los comunistas, lo complicado, ahora, cuando este artículo ve la luz y los resultados electorales son hechos insoslayables, no será tanto evaluar si nuestras previsiones fueron acertadas como analizar si nuestra lectura y praxis del momento electoral fueron las más oportunas y convenientes.
Los termómetros- las elecciones lo son- nunca modifican la situación del paciente y, a lo sumo, lo animan o lo desaniman. Guillermo Almeyra
Para valorar nuestro trabajo como comunistas pocas conclusiones válidas podrían obtenerse haciendo solamente recuento de votos, concejales o diputados pues nuestro trabajo solo puede y debe ser valorado en función de dos parámetros: por el grado en que se haya aprovechado la coyuntura electoral para incrementar la fortaleza, actividad e inteligencia de nuestro partido y por el alcance y efectos positivos que esa actividad haya producido en el combate de la clase trabajadora contra quienes detentan la propiedad de los medios de producción. Porque no otro sino la propia Revolución debe ser el vector desde el que midamos nuestra acciones en todo tiempo y más si estamos en medio de un ciclo electoral que se produce en un entorno de crisis social e inestabilidad política.
La verdad siempre es revolucionaria. La revolución también. Colectivo Todoazen
Cierto que los penosos incidentes con IUCM nos harían pensar que el partido sale más debilitado que fortalecido de este último momento electoral, pero conviene valorar que esos enfrentamientos, por penosos que hayan sido, nos han permitido (y falta nos hacía y hace) repensar nuestras estrategias de intervención, ponderar las limitaciones concretas de nuestra apuestas y descubrir y reclamar la necesidad de que el partido comunista recobre presencia, visibilidad y papel directo en la vida política. Que no es poco.
Las condiciones objetivas están hasta las narices de nosotros. Martín López Navia
Pero desafortunadamente el segundo parámetro, la necesaria intensificación de la lucha de clases, ofrece resultados bastante más negativos, pues apenas se ha conseguido alterar el relato del descontento que desde el 15M y vía Podemos se ha venido leyendo en clave de rebeldía y malestar contra la gestión de la crisis llevada a cabo por los partidos que protagonizaron la larga transición democrática. Pero aunque no se haya logrado traducir la indignación, el paro, la precariedad y la rabia en una mayor capacidad del conjunto social para apercibir la naturaleza fraudulenta del sistema capitalista, cabe interpretar –-la aceptación de alternativas de unidad como Ahora Madrid y Barcelona en Comú así parecen señalarlo- que, al menos entre segmentos importantes de la población, ha crecido el entendimiento de que detrás de los problemas concretos en ámbitos como la educación, la salud, la vivienda, la justicia y demás tareas de gestión pública hay una situación estructural que implica resistencias que van a exigir la conformación de una voluntad de combate que va más allá de las urnas.
Ruptura del nexo esencial que unía dos hechos trascendentes: la revolución y la democracia.María Toledano
Tampoco, por desgracia, los comunistas y las comunistas, hemos sido capaces de utilizar las distintas candidaturas donde hemos estado presentes para introducir y argumentar que el sueño de una democracia real devendrá siempre e inevitablemente, mientras el capital siga determinando las relaciones sociales y el núcleo duro de las instituciones, en mera democracia irreal, en engañoso espejismo y en homologado instrumento de imposición.
El peso de la izquierda no está en los votos, sino en los conflictos que protagoniza. Eduardo Grüner
Pero el ciclo electoral sigue abierto, la crisis económica sigue erosionando con dureza las condiciones del mundo del trabajo, el “sujeto contrarrevolucionario” sigue produciendo indignación y profundo rechazo y, al menos hasta el otoño de las elecciones generales y el reto soberanista en Cataluña, el mapa político va a continuar manteniendo altas áreas de inestabilidad que deben propiciar por nuestra parte el urgente y decidido impulso a las hoy más que nunca urgentes acciones de agitación y propaganda: agitando conciencias contra la intolerable violencia de la Banca y el Ibex 35, y propagando nuestras propuestas a corto, medio y largo plazo: candidaturas de unidad popular, asamblea constituyente, control popular de los instrumentos económicos fundamentales.
Siempre mañana y nunca mañanamos. Lope de Vega
Y es en esta urgencia en donde nuestra presencia como comunistas se hace imprescindible. Necesidad de reforzar aquella praxis que “influye en el comportamiento y acción de los hombres”, y de reconvertir al partido en el vector de intervención que la situación está demandando si queremos evitar que la posibilidades de ruptura acaben por ahogarse en medio de reformismos morales, pragmatismos socialdemócratas y culturas del no hay nada que hacer. Porque el combate sigue abierto.
Lo bueno de escribir este artículo antes de saber los resultados del 24M es que esta circunstancia, que generalmente produce vértigo e inquietud en quien escribe, evita caer en la estúpida e inútil sabiduría del “ya os lo decía yo”. Sabiduría propia del listillo que en cada revés ve el cumplimiento de su profecía y en cada paso adelante encuentra ocasión para colgarse una medalla desde la que golpear a propios y ajenos. La sabiduría de los que siempre tienen razón. Ocurre sin embargo que, como decía Lenin, lo importante no es tanto tener razón como tener razón en el momento oportuno. Seguramente por eso, para nosotros y nosotras: los comunistas, lo complicado, ahora, cuando este artículo ve la luz y los resultados electorales son hechos insoslayables, no será tanto evaluar si nuestras previsiones fueron acertadas como analizar si nuestra lectura y praxis del momento electoral fueron las más oportunas y convenientes.
Los termómetros- las elecciones lo son- nunca modifican la situación del paciente y, a lo sumo, lo animan o lo desaniman. Guillermo Almeyra
Para valorar nuestro trabajo como comunistas pocas conclusiones válidas podrían obtenerse haciendo solamente recuento de votos, concejales o diputados pues nuestro trabajo solo puede y debe ser valorado en función de dos parámetros: por el grado en que se haya aprovechado la coyuntura electoral para incrementar la fortaleza, actividad e inteligencia de nuestro partido y por el alcance y efectos positivos que esa actividad haya producido en el combate de la clase trabajadora contra quienes detentan la propiedad de los medios de producción. Porque no otro sino la propia Revolución debe ser el vector desde el que midamos nuestra acciones en todo tiempo y más si estamos en medio de un ciclo electoral que se produce en un entorno de crisis social e inestabilidad política.
La verdad siempre es revolucionaria. La revolución también. Colectivo Todoazen
Cierto que los penosos incidentes con IUCM nos harían pensar que el partido sale más debilitado que fortalecido de este último momento electoral, pero conviene valorar que esos enfrentamientos, por penosos que hayan sido, nos han permitido (y falta nos hacía y hace) repensar nuestras estrategias de intervención, ponderar las limitaciones concretas de nuestra apuestas y descubrir y reclamar la necesidad de que el partido comunista recobre presencia, visibilidad y papel directo en la vida política. Que no es poco.
Las condiciones objetivas están hasta las narices de nosotros. Martín López Navia
Pero desafortunadamente el segundo parámetro, la necesaria intensificación de la lucha de clases, ofrece resultados bastante más negativos, pues apenas se ha conseguido alterar el relato del descontento que desde el 15M y vía Podemos se ha venido leyendo en clave de rebeldía y malestar contra la gestión de la crisis llevada a cabo por los partidos que protagonizaron la larga transición democrática. Pero aunque no se haya logrado traducir la indignación, el paro, la precariedad y la rabia en una mayor capacidad del conjunto social para apercibir la naturaleza fraudulenta del sistema capitalista, cabe interpretar –-la aceptación de alternativas de unidad como Ahora Madrid y Barcelona en Comú así parecen señalarlo- que, al menos entre segmentos importantes de la población, ha crecido el entendimiento de que detrás de los problemas concretos en ámbitos como la educación, la salud, la vivienda, la justicia y demás tareas de gestión pública hay una situación estructural que implica resistencias que van a exigir la conformación de una voluntad de combate que va más allá de las urnas.
Ruptura del nexo esencial que unía dos hechos trascendentes: la revolución y la democracia.María Toledano
Tampoco, por desgracia, los comunistas y las comunistas, hemos sido capaces de utilizar las distintas candidaturas donde hemos estado presentes para introducir y argumentar que el sueño de una democracia real devendrá siempre e inevitablemente, mientras el capital siga determinando las relaciones sociales y el núcleo duro de las instituciones, en mera democracia irreal, en engañoso espejismo y en homologado instrumento de imposición.
El peso de la izquierda no está en los votos, sino en los conflictos que protagoniza. Eduardo Grüner
Pero el ciclo electoral sigue abierto, la crisis económica sigue erosionando con dureza las condiciones del mundo del trabajo, el “sujeto contrarrevolucionario” sigue produciendo indignación y profundo rechazo y, al menos hasta el otoño de las elecciones generales y el reto soberanista en Cataluña, el mapa político va a continuar manteniendo altas áreas de inestabilidad que deben propiciar por nuestra parte el urgente y decidido impulso a las hoy más que nunca urgentes acciones de agitación y propaganda: agitando conciencias contra la intolerable violencia de la Banca y el Ibex 35, y propagando nuestras propuestas a corto, medio y largo plazo: candidaturas de unidad popular, asamblea constituyente, control popular de los instrumentos económicos fundamentales.
Siempre mañana y nunca mañanamos. Lope de Vega
Y es en esta urgencia en donde nuestra presencia como comunistas se hace imprescindible. Necesidad de reforzar aquella praxis que “influye en el comportamiento y acción de los hombres”, y de reconvertir al partido en el vector de intervención que la situación está demandando si queremos evitar que la posibilidades de ruptura acaben por ahogarse en medio de reformismos morales, pragmatismos socialdemócratas y culturas del no hay nada que hacer. Porque el combate sigue abierto.
Publicado en el Nº 285 de la edición impresa de Mundo Obrero junio 2015
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