La afilada punta del cálamo
mundo obrero[Derecha, lo]...ocurrido con el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen es una muestra más de ese doble rasero moral y político que practicas con tan singular desfachatez.
“La queja de los colectivos que trabajan en favor de la recuperación de la memoria histórica es que el Gobierno participa en el extranjero en homenajes a los republicanos que sufrieron por el nazismo mientras los ignora en España. Y eso es algo que hacen extensivo al resto de represaliados durante la Guerra Civil y la dictadura. Denuncian, por ejemplo, que desde llegada al Gobierno de Mariano Rajoy "no se haya destinado ni un solo euro a la labor de exhumación e identificación de restos" cuando la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) cifra en 114.226 los desaparecidos a causa de la represión franquista en España”. (Infolibre, 10-05-2015).
Parece, para los que lleguen a leer la noticia y sepan algo del asunto, que es cuestión de tener memoria del pasado en este presente y de guardarla para el futuro. Y de tener palabras inequívocas para transmitirla sin que se estropee o se altere en este gigantesco “juego del mentiroso” en el que andamos metidos con la “neolengua”, tu invento favorito para quitarnos la comprensión y la conciencia.
Será cuestión no sólo de evocar “oficialmente” las efemérides históricas que parezcan convenientes, según qué momento y lugar de celebración, sino que deberemos conocer todas las versiones y explicaciones para poder decidir la que nos parece más acorde con la realidad de lo que fue el pasado y de cómo hemos llegado a este presente. Lo que ha ocurrido con el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen es una muestra más de ese doble rasero moral y político que practicas con tan singular desfachatez.
Contrasta, aparentemente, tu gigantesco esfuerzo por conocer lo que pensamos con la no menor dedicación a sembrar la confusión sobre nuestros pensamientos e intenciones. Podría ser que conocer signifique comprender pero, en tu caso, comprender significa que sabes que tus intereses son antagónicos con lo que nosotros podamos aprender de nuestra propia historia, de manera que te dedicas a ocultarla, a tergiversarla o a banalizarla. La pregunta que siempre me hago es ¿cuántos de vosotros sabéis la verdad y cuántos de vosotros os tragáis vuestras propias mentiras? Lo digo porque no sé qué es más difícil: hablar con un mentiroso o con un ignorante.
El doble rasero: Cuando no te queda más remedio, hablas de “mártires” españoles en el extranjero. Hasta la palabrita se las trae: No puedes ni quieres evitar el tufo a santoral que emana de tus conmemoraciones. Y ya es de coña que porque te dieran matarile en Alemania seas un “mártir” en lo que dura el discurso del ministro y si te han dado cuneta en España no sólo no eres nada o, incluso, una molestia para echar pelillos a la mar, sino –item más- que tus familiares, a poco que se te caliente la boca, son vilipendiados como unos ansiosos de pillar una subvención para practicar una arqueología inconveniente. Tal cual lo llegó a afirmar uno de tus ¿mentirosos?, ¿ignorantes?. Se nota que en lo de “pillar” tenéis una sensibilidad a flor de piel. ¿Cree él… que todos son de su condición?
La memoria controlada desde el presente: Como diría un informático, tu pretendes controlarlo todo: el bus de datos, el bus de direcciones y las señales misceláneas. Es más: tu sistema de memoria pretende ser sincrónico para ti y asincrónico para el resto. Por eso nunca nos llega a tiempo la memoria para reconocer el presente. Siempre estamos salvándola de tus borrados. Ni siquiera por homologación europea haces el menor esfuerzo de reconocimiento. Y lo que llega aún con más dificultad al conocimiento de la sociedad es la propia identidad, que al fin y al cabo, necesita de memoria para que no nos engañen las apariencias. Aunque la mona se vista de seda… hay que recordar la condición simiesca.
En este presente, donde cada palabra esgrimida parece esconder un significado contrario al que por costumbre le adjudicamos (véase lo que nos pasa con lo de la convergencia y con la unidad popular), lo tuyo es de exhibición: Y parto del convencimiento de que los más sibilinos mensajes de la Derecha no salen de tus rancias filas del Partido Popular. Pero lo de mártires “in partibus infidelium” es muy fuerte, que se diría en castizo actual.
Parece, para los que lleguen a leer la noticia y sepan algo del asunto, que es cuestión de tener memoria del pasado en este presente y de guardarla para el futuro. Y de tener palabras inequívocas para transmitirla sin que se estropee o se altere en este gigantesco “juego del mentiroso” en el que andamos metidos con la “neolengua”, tu invento favorito para quitarnos la comprensión y la conciencia.
Será cuestión no sólo de evocar “oficialmente” las efemérides históricas que parezcan convenientes, según qué momento y lugar de celebración, sino que deberemos conocer todas las versiones y explicaciones para poder decidir la que nos parece más acorde con la realidad de lo que fue el pasado y de cómo hemos llegado a este presente. Lo que ha ocurrido con el aniversario de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen es una muestra más de ese doble rasero moral y político que practicas con tan singular desfachatez.
Contrasta, aparentemente, tu gigantesco esfuerzo por conocer lo que pensamos con la no menor dedicación a sembrar la confusión sobre nuestros pensamientos e intenciones. Podría ser que conocer signifique comprender pero, en tu caso, comprender significa que sabes que tus intereses son antagónicos con lo que nosotros podamos aprender de nuestra propia historia, de manera que te dedicas a ocultarla, a tergiversarla o a banalizarla. La pregunta que siempre me hago es ¿cuántos de vosotros sabéis la verdad y cuántos de vosotros os tragáis vuestras propias mentiras? Lo digo porque no sé qué es más difícil: hablar con un mentiroso o con un ignorante.
El doble rasero: Cuando no te queda más remedio, hablas de “mártires” españoles en el extranjero. Hasta la palabrita se las trae: No puedes ni quieres evitar el tufo a santoral que emana de tus conmemoraciones. Y ya es de coña que porque te dieran matarile en Alemania seas un “mártir” en lo que dura el discurso del ministro y si te han dado cuneta en España no sólo no eres nada o, incluso, una molestia para echar pelillos a la mar, sino –item más- que tus familiares, a poco que se te caliente la boca, son vilipendiados como unos ansiosos de pillar una subvención para practicar una arqueología inconveniente. Tal cual lo llegó a afirmar uno de tus ¿mentirosos?, ¿ignorantes?. Se nota que en lo de “pillar” tenéis una sensibilidad a flor de piel. ¿Cree él… que todos son de su condición?
La memoria controlada desde el presente: Como diría un informático, tu pretendes controlarlo todo: el bus de datos, el bus de direcciones y las señales misceláneas. Es más: tu sistema de memoria pretende ser sincrónico para ti y asincrónico para el resto. Por eso nunca nos llega a tiempo la memoria para reconocer el presente. Siempre estamos salvándola de tus borrados. Ni siquiera por homologación europea haces el menor esfuerzo de reconocimiento. Y lo que llega aún con más dificultad al conocimiento de la sociedad es la propia identidad, que al fin y al cabo, necesita de memoria para que no nos engañen las apariencias. Aunque la mona se vista de seda… hay que recordar la condición simiesca.
En este presente, donde cada palabra esgrimida parece esconder un significado contrario al que por costumbre le adjudicamos (véase lo que nos pasa con lo de la convergencia y con la unidad popular), lo tuyo es de exhibición: Y parto del convencimiento de que los más sibilinos mensajes de la Derecha no salen de tus rancias filas del Partido Popular. Pero lo de mártires “in partibus infidelium” es muy fuerte, que se diría en castizo actual.
Publicado en el Nº 285 de la edición impresa de Mundo Obrero junio 2015
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