#ESPAÑA #PCE : “Se está preparando un cierre de la crisis del régimen en clave autoritaria y patriarcal”
Aprobado el Informe de gestión de la dirección que será trasladado al XX Congreso del PCE a celebrar los días 1, 2 y 3 de diciembreCentella:En la independencia de Cataluña no hay elementos de ruptura democrática: asumen la UE, el euro y la pertenencia a la OTAN.
Bajo el recuerdo emocionado de la muerte hace hoy 7 años de Marcelino Camacho y la de esta semana del camarada Víctor Bayón, ha tenido lugar el último plenario del Comité Federal del PCE que ha aprobado con 48 votos a favor, 6 en contra y 9 abstenciones el informe de gestión de la dirección saliente que será presentado ante el XX Congreso del partido a celebrar los próximos días 1, 2 y 3 de diciembre.
El informe, que cierra el ciclo entre el XIX Congreso de 2013 y el que se ha de celebrar ahora, ha de rectificar errores y ser un instrumento de trabajo para la acción futura, pone en valor los aciertos y trata de reforzar la autoestima, pero también contiene una importante autocrítica en relación a las carencias en cuanto a transformar la línea aprobada en acción política; a la falta de coherencia en el trabajo global del partido; a la incapacidad para ser parte del conflicto social, no sólo para estar en él, así como las dificultades para manejar los disensos surgidos en el seno de la organización en relación a las políticas de alianzas o a la superación de IU como partido político y su reversión a Movimiento Político y Social.
En su exposición ante el plenario, José Luis Centella, Secretario General PCE, ha reconocido que el Partido no ha conseguido los objetivos que se marcó en aquel Congreso y que las fuerzas del 78 tienen hoy más hegemonía que entonces, y no sólo porque lo ocurrido con Cataluña invita a un cierre de la crisis de régimen de una manera autoritaria y patriarcal, sino porque no hay tensión social, los conflictos existentes no alcanzan un carácter global y se ha amortizado la corrupción del PP.
Aquel Congreso marcó la estrategia política definida en torno a la necesidad de acumular fuerzas para conseguir una salida democrática, social y anticapitalista de la crisis, para lo que se convertía en requisito desarrollar una política de convergencia social capaz de disputar la hegemonía ideológica, social e institucional a las fuerzas que apuntalaban el régimen del 78. Hoy, -se ha dicho-, las fuerzas del régimen van a intentar abrir un nuevo régimen a partir de la implantación del artículo 155 de la Constitución, “si lo consiguen –ha declarado Centella- ahí concluirá la crisis del régimen del 78 con un bipartidismo reformado, un bipartidismo a tres”. “Si se cierra la crisis de régimen, no habrá capacidad de ruptura”, ha señalado.
Por todo ello, Centella ha remarcado la necesidad de dar un carácter global a los conflictos, no abandonar la denuncia de la corrupción, introducir, frente al 155 y la DUI, el debate sobre el modelo de Estado Federal y buscar alianzas en torno al movimiento republicano, que según las encuestas, tiene un porcentaje de la población a favor no menor al 30%, para que la salida de la crisis de régimen no se haga de una manera autoritaria y patriarcal.
En el curso del debate suscitado por el informe se ha afirmado, como también lo hace el propio documento, que la tensión se ha trasladado del conflicto social al ámbito electoral y luego institucional, aunque también se señala que tal deriva no ha sido fomentada por el Partido.
La salida reaccionaria de la crisis de régimen enlaza directamente con la situación suscitada en Cataluña, pues las posiciones enfrentadas y polarizadas en torno al DUI y al 155 son ajenos a una salida social y democrática de la crisis. Los elementos de independencia en Cataluña –ha señalado Centella- no lo son de ruptura.
Diversas intervenciones en relación al informe se reafirmaron en la necesidad de salir a la ofensiva con una línea política de propuesta republicana y federal, dotada de contenido social y de clase y pasar a la ofensiva con reivindicaciones sociales, para romper la dicotomía entre independentistas y partidarios del 155, a los que es más acertado llamar monárquicos que constitucionalistas, pues han vaciado de contenido la propia Constitución.
El informe, que cierra el ciclo entre el XIX Congreso de 2013 y el que se ha de celebrar ahora, ha de rectificar errores y ser un instrumento de trabajo para la acción futura, pone en valor los aciertos y trata de reforzar la autoestima, pero también contiene una importante autocrítica en relación a las carencias en cuanto a transformar la línea aprobada en acción política; a la falta de coherencia en el trabajo global del partido; a la incapacidad para ser parte del conflicto social, no sólo para estar en él, así como las dificultades para manejar los disensos surgidos en el seno de la organización en relación a las políticas de alianzas o a la superación de IU como partido político y su reversión a Movimiento Político y Social.
En su exposición ante el plenario, José Luis Centella, Secretario General PCE, ha reconocido que el Partido no ha conseguido los objetivos que se marcó en aquel Congreso y que las fuerzas del 78 tienen hoy más hegemonía que entonces, y no sólo porque lo ocurrido con Cataluña invita a un cierre de la crisis de régimen de una manera autoritaria y patriarcal, sino porque no hay tensión social, los conflictos existentes no alcanzan un carácter global y se ha amortizado la corrupción del PP.
Aquel Congreso marcó la estrategia política definida en torno a la necesidad de acumular fuerzas para conseguir una salida democrática, social y anticapitalista de la crisis, para lo que se convertía en requisito desarrollar una política de convergencia social capaz de disputar la hegemonía ideológica, social e institucional a las fuerzas que apuntalaban el régimen del 78. Hoy, -se ha dicho-, las fuerzas del régimen van a intentar abrir un nuevo régimen a partir de la implantación del artículo 155 de la Constitución, “si lo consiguen –ha declarado Centella- ahí concluirá la crisis del régimen del 78 con un bipartidismo reformado, un bipartidismo a tres”. “Si se cierra la crisis de régimen, no habrá capacidad de ruptura”, ha señalado.
Por todo ello, Centella ha remarcado la necesidad de dar un carácter global a los conflictos, no abandonar la denuncia de la corrupción, introducir, frente al 155 y la DUI, el debate sobre el modelo de Estado Federal y buscar alianzas en torno al movimiento republicano, que según las encuestas, tiene un porcentaje de la población a favor no menor al 30%, para que la salida de la crisis de régimen no se haga de una manera autoritaria y patriarcal.
En el curso del debate suscitado por el informe se ha afirmado, como también lo hace el propio documento, que la tensión se ha trasladado del conflicto social al ámbito electoral y luego institucional, aunque también se señala que tal deriva no ha sido fomentada por el Partido.
La salida reaccionaria de la crisis de régimen enlaza directamente con la situación suscitada en Cataluña, pues las posiciones enfrentadas y polarizadas en torno al DUI y al 155 son ajenos a una salida social y democrática de la crisis. Los elementos de independencia en Cataluña –ha señalado Centella- no lo son de ruptura.
Diversas intervenciones en relación al informe se reafirmaron en la necesidad de salir a la ofensiva con una línea política de propuesta republicana y federal, dotada de contenido social y de clase y pasar a la ofensiva con reivindicaciones sociales, para romper la dicotomía entre independentistas y partidarios del 155, a los que es más acertado llamar monárquicos que constitucionalistas, pues han vaciado de contenido la propia Constitución.
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