No por ser esperado es menos impactante. Un iceberg gigante, del tamaño de diez veces la ciudad de Madrid, acaba de desprenderse de la península Larsen C de la Antártida.
Un hecho que nos debería hacer pensar en la necesidad de apostar por un futuro libre de combustibles fósiles, como advierte el director de la Unidad Científica de Greenpeace Internacional, Paul Johnston. “El deshielo de la Antártida es la alerta roja del planeta sobre los peligros del cambio climático. El desprendimiento de este iceberg, el tercero que ocurre en la región en los últimos años, es probablemente una señal del impacto global del cambio climático y de la necesidad urgente de implementar el acuerdo de París para buscar un futuro 100% renovable y dejar de quemar combustibles fósiles”.
Nadie puede determinar con total seguridad si el cambio climático ha jugado un papel definitivo en la ruptura del gigantesco iceberg, pero ante otras recientes fracturas y la erosión generada en el hielo por aguas más templadas de alrededor de la península Antártica, parece probable que la actividad humana sea un factor importante, ha explicado el director de la Unidad Científica.
“Y todo esto sucede, irónicamente, poco después de que Trump tomase la decisión de sacar a Estados Unidos, el mayor emisor de CO2 de la historia, fuera del acuerdo climático de París. Como un iceberg gigante a la deriva, Trump deja a EEUU aislado del resto del mundo con esta decisión. El resto del mundo avanzará aprovechando las oportunidades de energía limpia y renovable y los beneficios que aporta la economía baja en carbono", señala Johnston.
En cualquier caso, todavía estamos a tiempo de evitar catástrofes mayores generadas por el cambio climático. Pero debemos actuar deprisa. Las decisiones que ahora tomen los gobiernos y la industria decidirán si millones de personas podrán tener una vida segura y próspera en el futuro.
¡Ayúdanos a seguir presionando para que se tomen medidas y frenar el cambio climático!
Un hecho que nos debería hacer pensar en la necesidad de apostar por un futuro libre de combustibles fósiles, como advierte el director de la Unidad Científica de Greenpeace Internacional, Paul Johnston. “El deshielo de la Antártida es la alerta roja del planeta sobre los peligros del cambio climático. El desprendimiento de este iceberg, el tercero que ocurre en la región en los últimos años, es probablemente una señal del impacto global del cambio climático y de la necesidad urgente de implementar el acuerdo de París para buscar un futuro 100% renovable y dejar de quemar combustibles fósiles”.
Nadie puede determinar con total seguridad si el cambio climático ha jugado un papel definitivo en la ruptura del gigantesco iceberg, pero ante otras recientes fracturas y la erosión generada en el hielo por aguas más templadas de alrededor de la península Antártica, parece probable que la actividad humana sea un factor importante, ha explicado el director de la Unidad Científica.
“Y todo esto sucede, irónicamente, poco después de que Trump tomase la decisión de sacar a Estados Unidos, el mayor emisor de CO2 de la historia, fuera del acuerdo climático de París. Como un iceberg gigante a la deriva, Trump deja a EEUU aislado del resto del mundo con esta decisión. El resto del mundo avanzará aprovechando las oportunidades de energía limpia y renovable y los beneficios que aporta la economía baja en carbono", señala Johnston.
En cualquier caso, todavía estamos a tiempo de evitar catástrofes mayores generadas por el cambio climático. Pero debemos actuar deprisa. Las decisiones que ahora tomen los gobiernos y la industria decidirán si millones de personas podrán tener una vida segura y próspera en el futuro.
¡Ayúdanos a seguir presionando para que se tomen medidas y frenar el cambio climático!
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