¿Te imaginas un mundo sin el Ártico, sin bosques, sin activismo,...?
Eso es lo que quiere ver Resolute Forest Product, la empresa maderera canadiense que pretende silenciarnos con dos demandas multimillonarias.
Si consiguen salirse con la suya, no sólo podría suponer el cierre de varias oficinas de Greenpeace, también sentaría un precedente muy peligroso para la libertad de expresión y el derecho a opinar sobre la situación de los bosques.
Pero la batalla legal continúa: más de medio millón de personas ya se han unido para defender el futuro de Greenpeace y la libertad de expresión; 240 autores de todo el mundo, 90 organizaciones e incluso gigantes de la industria editorial que son clientes de Resolute se han manifestado en contra de sus tácticas intimidatorias para frenar nuestra actividad. Nos llena de fuerza haber recibido tanto apoyo.
Porque Greenpeace no somos sólo las personas que trabajamos en las oficinas de más de 40 países. Sois los millones de personas que nos apoyáis en todo el mundo. Quienes firmáis peticiones online y compartís vuestras historias e ideas en las redes sociales. Son los voluntarios que se reúnen en grupos locales para manifestarse por las causas que defendemos. Son los activistas que se arriesgan para plantar cara a las grandes empresas y gobiernos que sacan beneficios destruyendo el medio ambiente.
Pero sobre todo, Greenpeace es la idea de que juntos podemos construir un futuro verde y en paz.
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