Sabemos más de la superficie de la luna que de los secretos que se esconden en el fondo de los océanos. Y corremos el peligro de perderlo todo, antes incluso de poder descubrirlo.
Dos terceras partes de los océanos, o lo que es lo mismo, la mitad de la superficie terrestre, están desprotegidos.
Desprotegidos ante los gigantescos buques de carga que arrojan sus residuos en el medio del océano, los barcos de arrastre que abren cicatrices en el fondo marino, las flotas de pesca ilegal que agotan la vida marina o la extracción de petróleo que cambia la banda sonora de alta mar.
¿Y cuál es la forma más efectiva de protegerlos? Creando una red de santuarios marinos, espacios para proteger la vida marina y que se recupere tras décadas de explotación.
Esta semana la ONU está reunida en Nueva York para decidir el futuro de los océanos y las especies únicas que lo habitan.
El mar de Alborán, entre el estrecho de Gibraltar y el cabo de Gata en Almería, es una de esas aguas internacionales que necesitan protección. Y por eso esta misma semana lo hemos navegado a bordo del barco Esperanza, en busca de esa biodiversidad que Naciones Unidas tiene la oportunidad de proteger a través del Tratado de los Océanos: ballenas, delfines, tortugas, aves marinas,...
no te pierdas las increíbles imágenes de cetáceos que conseguimos captar a bordo del Esperanza junto a la costa de Almería >>
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