Hoy ha sido un mal día para Europa. Hoy los europeos estamos un poco menos seguros y nuestra Unión Europea ha dado un paso en la dirección del Brexit y Trump. Tampoco es un buen día para el ecologismo. Ni para los derechos sociales, laborales o la salud de los consumidores europeos, que desde hoy quedarán más desprotegidos. Y mientras tanto, las multinacionales se frotan las manos.
Hace unas horas nuestros europarlamentarios han votado SÍ al acuerdo comercial y de inversión entre la UE y Canadá, más conocido como CETA.
El CETA ha ganado esta batalla, pero no la guerra. Hoy también es más fuerte el movimiento que ha hecho posible estos años de lucha contra la nueva generación de acuerdos comerciales. En Greenpeace estamos orgullosos de haber escalado las Torres Kio, de sumergirnos en el lago del Parque del Retiro de Madrid, de las manifestaciones que movilizaron a miles de españoles y del TTIP Leaks.
De hecho, hoy mismo activistas de Greenpeace han mantenido a flote una estatua de la Dama de la Justicia en las aguas que rodean el Parlamento Europeo en Estrasburgo mientras tenía lugar la votación.
Tras la aprobación en el Parlamento Europeo, este acuerdo va a aplicarse provisionalmente a partir de abril. ¿Y quiénes son los beneficiados? Una vez más, las grandes corporaciones tanto de Canadá como de EE.UU. Algunos estudios hablan incluso de la pérdida de 200.000 puestos de trabajo en toda la UE a causa de este tratado.
La lucha continúa. Ahora el CETA deberá ser ratificado en los parlamentos nacionales y regionales de los 27 países de la Unión Europea. Desde Greenpeace vamos a seguir luchando contra esta forma de entender el orden mundial y sus consecuencias, ahora dentro de nuestras fronteras. Y para ello te necesitamos a ti, MONTERDE.
Juntos no vamos a permitir que antepongan los beneficios de las grandes multinacionales frente al medio ambiente y la salud de todos nosotros. Porque el CETA amenaza con hundir la democracia europea, pero no lo permitiremos.
Hace unas horas nuestros europarlamentarios han votado SÍ al acuerdo comercial y de inversión entre la UE y Canadá, más conocido como CETA.
El CETA ha ganado esta batalla, pero no la guerra. Hoy también es más fuerte el movimiento que ha hecho posible estos años de lucha contra la nueva generación de acuerdos comerciales. En Greenpeace estamos orgullosos de haber escalado las Torres Kio, de sumergirnos en el lago del Parque del Retiro de Madrid, de las manifestaciones que movilizaron a miles de españoles y del TTIP Leaks.
De hecho, hoy mismo activistas de Greenpeace han mantenido a flote una estatua de la Dama de la Justicia en las aguas que rodean el Parlamento Europeo en Estrasburgo mientras tenía lugar la votación.
Tras la aprobación en el Parlamento Europeo, este acuerdo va a aplicarse provisionalmente a partir de abril. ¿Y quiénes son los beneficiados? Una vez más, las grandes corporaciones tanto de Canadá como de EE.UU. Algunos estudios hablan incluso de la pérdida de 200.000 puestos de trabajo en toda la UE a causa de este tratado.
La lucha continúa. Ahora el CETA deberá ser ratificado en los parlamentos nacionales y regionales de los 27 países de la Unión Europea. Desde Greenpeace vamos a seguir luchando contra esta forma de entender el orden mundial y sus consecuencias, ahora dentro de nuestras fronteras. Y para ello te necesitamos a ti, MONTERDE.
Juntos no vamos a permitir que antepongan los beneficios de las grandes multinacionales frente al medio ambiente y la salud de todos nosotros. Porque el CETA amenaza con hundir la democracia europea, pero no lo permitiremos.
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