Tras las elecciones del 20 de diciembre
y aun a expensas de la constitución de la cámara baja, el pueblo, soberano, ha
decidido ya quienes creen que deben ser sus representantes. En estas novedosas
elecciones, novedosas en el sentido de que han sido las primeras con tanto abanico
de elecciones “mayoritarias”.
La ciudadanía ha “decidido” –muy entre
comillas por la más que cuestionable injusta ley electoral, siendo del tipo que
premia a los grandes partidos – que el Congreso de los Diputados quede así:
Estos resultados constatan la
victoria de la izquierda, en escaños (172) y mayormente en votos (12.866.683
del total de 24.935.679 totales de votos a candidaturas). Esto debería suscitar
al Partido Socialista Obrero Español para que tomase la iniciativa en las
negociaciones con el resto de partidos de la izquierda del espectro político y
poder formar así un gobierno de izquierdas, progresista y reformista. Por el
contrario, si el PSOE no consigue formar gobierno y permite o bien un gobierno
del Partido Popular o bien unas nuevas elecciones, quedará deslegitimado a los
ojos de sus votantes propiamente reconocidos de izquierdas.
El formar un “cártel” de
izquierdas para acabar de una vez por todas con el mandato del PP cada vez parece
estar más difícil y más aun con el inmovilismo dentro de los dos partidos
mayoritarios de la izquierda. Podemos se obceca en la convocatoria de un referéndum
de autodeterminación en Cataluña y buena parte de los barones territoriales del
PSOE se muestran intransigentes ante tal propósito. Otros partidos con poca
representación parlamentaria, pero con gran apoyo en número de votos, como es
el caso de Unidad Popular- Izquierda Unida, ya han dicho que permitirán el
gobierno de quien derogue leyes como la LOMCE, mordaza y laboral, a priori este
no es un problema puesto que el resto de partidos también lo llevaban en su programa.
Ahora tan solo queda esperar a la
constitución de las Cortes el 13 de enero, para ver como transcurren las
negociaciones, pero todo apunta, desde mi punto de vista a unos nuevos
comicios, donde el principal afectado sería la el régimen democrático
propiamente dicho, en tanto que la abstención crecería sustancialmente.
Twitter: @AlvaroSanchez_1
Te felicitamos por el artículo
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