Ante la investidura de Gobierno de la Generalitat de Catalunya: Profundizar la crisis con el estado, Mas no, Movilización por el plan de choque.
La
situación del Parlamento después del
27S deja la CUP- CC como clave para
permitir o no la formación del gobierno de Juntos
por el Sí. Posiblemente
esta no es la única posibilidad, no es imposible
que este apoyo pudiera estar en manos del PSC, a cambio de ces
1.- Validar el resultado del 27S
que consolida la decisión
mayoritaria de ruptura
con el estado e iniciar un
proceso constituyente
de la República Catalana... El objetivo de este Parlament tiene que ser poner
fecha a la proclamación de la República Catalana y la constitución de una Asamblea Nacional Constituyente. Velaremos para que esto no acabe en un nuevo proyecto autonomista de Pacto fiscal. No necesitamos unas
nuevas elecciones plebiscitarias, ni pasar página con unas que no lo sean, ni queremos una
posible reorganización de la burguesía, ni tampoco una segunda opción a JxS, ahora con la presión
del Estado contra Mas para intentar
arrebatar los votos que
le permitan gobernar en minoría. Es
importante profundizar la crisis con
el estado haciendo efectiva en el Parlamento la mayoría independentista que
ha salido del 27S. No es casual que la opción de nuevas elecciones
esté encabezada por C’s y los
medios más centralistas, ellos quieren borrar los
resultados del 27S, borrar el plebiscito y la herida que abre en las instituciones del régimen; nosotros no
queremos.
Por lo tanto estamos por que
se pueda formar gobierno y no volver a
ir a elecciones
anticipadas. Permitir la investidura de un gobierno JxS pasa por qué la CUP-CC ceda los 2
votos que necesita JxS y deje 8 en abstención,
pero no puede ser a cualquier precio.
No es posible que la CUP-CC
avale la investidura de Artur Mas
o de los sectores de
CDC di- rectamente relacionados con recortes y corrupción. No se puede pagar el precio de desdecirnos del compromiso de no votar Mas. No se puede decepcionar un sector de la clase
obrera catalana y de los jóvenes que
rechazan con toda la razón a Mas como el principal responsable de la política de recortes, ni de quienes no se fían de ir aplazando
un posicionamiento claro de
ruptura con el Estado. Ciertamente cambiar a Mas
no garantiza un cambio de
política, pero cuando la lucha obrera exige dimisiones y hay ministros que caen,
esto aumenta la confianza
de la gente y debilita la burguesía catalana.
Pero
es más, esta condición previa nace avalada por la formación de JxS. Si cómo
dicen no pueden renunciar a Mas porque es el referente indiscutible, entonces ¿por qué
no lo pusieron de cabeza de lista? La respuesta es que no lo pusieron porque necesitaba una cobertura, un doble paraguas protector: uno de la
«sociedad civil» (Omnium, ANC...)
para convencer a un sector
que no se fía de Artur Mas
y de que el proceso independentista
no acabará en el día de la
marmota, sino que el proceso va adelante y
no hay
vuelta atrás. Y un segundo
paraguas de cabeza de
lista, a un Romeva y
no a Mas
al frente -izquierdizando el discurso-
para evitar que sobre la candidatura
cayera el balance desastroso
para las clases populares catalanas del Gobierno
Mas. Efectivamente Mas hace
perder votos y crea un merecido rechazo, por eso lo escondieron y es incompatible con la voluntad
de ensanchar la base
social del independentismo. Si JxS responde a toda esta argumentación negándose a retirar Mas y acaban en
elecciones anticipadas, será evidente que la burguesía catalana pone por
delante su control político al avance del proceso.
2.-
No a un acuerdo de gobierno, ni de legislatura, ni de «gobernabilidad». Una cosa es que la CUP-CC
pueda dar dos votos y 8 abstenciones
a la investidura de un miembro que proponga JxS y otra muy diferente que pueda acordar medidas de gobierno. Hay la tentación que presionando y aprovechando ahora que necesitan los
dos votos se pueda obtener alguna
otra medida a favor de las clases
populares. Pero esta ventaja después se puede pagar muy cara. En cuatro
días el nuevo gobierno estará preparando presupuestos
y volverá a necesitar dos votos,
y antes estará
avanzando la privatización
sanitaria con el Consorcio
Sanitario de Lleida... y también necesitará como mínimo los dos
votos. La CUP-CC necesita y necesitará al día siguiente
de formar gobierno
las manos libres para poder ayudar a la movilización
para imponer el plan de choque o de emergencia social. Este plan no
saldrá de las
mesas de negociación con JxS.
La
CUP-CC no tiene que entrar a negociar con CDC y ERC ningún
plan de gobierno. No puede entrar en el Gobierno,
ni acordar ningún pacto de legislatura
ni
de «gobernabilidad», ni ninguna tregua, ni podemos
salir como la muleta de JxS. No tenemos que
crear ni una sola expectativa ni ilusiones
en este gobierno. Necesitamos mantener una independencia completa de
este gobierno, porque seguirá
siendo un gobierno burgués controlado por CDC y ERC, las dos fuerzas responsables en los últimos años del mayor recorte y privatización de los servicios
públicos, y por lo tanto una amenaza a las clases populares.
Necesitamos un plan de choque, pero esta
necesidad social urgente no será el resultado
de ninguna negociación con
CDC-ERC. De una negociación, y con
la correlación de fuerzas salida del 27-S no es posible
pretender que sea el Gobierno
CDC-ERC quién, voluntariamente, mejore
la situación de la gente trabajadora:
seria como pedir al zorro que
cuide las gallinas. No se trata de «minimizar» la política neoliberal del gobierno
o sacar algunas
políticas asistenciales para acabar aceptando. No sólo no nos fiamos de este gobierno CDC-ERC para llegar a la República Catalana,
sino que este gobierno sigue siendo
una amenaza para los intereses de la clase trabajadora catalana: nuestro compromiso es luchar en favor de las clases
populares y desde el primer día
por un plan de choque o de emergencia. Nuestros dos votos a favor de JxS tendrían
que ser cómo aquel que
recomendaba Lenin que
«quería sostener a Henderson con su voto
como la cuerda sostiene al colgado».
Queremos que sean las clases populares y no el estado español quién los eche
para construir un Gobierno de los Trabajadores/as.
3.-
Llamamiento a la constitución de una mesa Nacional
por un Plan de choque o emergencia
social. Sin esperar a un acuerdo para la investidura hay que llevar a la calle
la lucha por un plan de choque
que es urgente y sólo será posible desde la movilización de las clases populares. La CUP-CC no
tenemos que esperar que se
resuelva la situación en el Parlamento
para hacer un llamamiento a partidos, sindicatos, organizaciones de los y de las trabajadoras, populares, de jóvenes,
mareas... para discutir el plan de choque o de
emergencia, constituir una Plataforma unitaria o Mesa
Nacional para consensuar el inicio
de un calendario de movilizaciones. Medidas urgentes como por ejemplo:
1) Paro inmediato de las privatizaciones: de la sanidad pública
(Consorcio de Lleida...). Recuperación ATLL, rescate
público del agua. 2) Renta
mínima para todos/as los parados/as. Prohibición de los despidos. 3) Prohibición de desahucios mientras
se elabora una ley garantizando que ninguna persona queda sin
techo. 4) Compromiso de recuperación del
gasto de la educación y sanidad pública a los niveles anteriores
a los recortes. El dinero que hace falta para hacer frente estas necesidades sociales urgentes tiene que salir –entre otros- de no parar
el pago de la deuda y
desconocer el artículo 135 de la
Constitución.
Estos puntos urgentes,
imprescindibles para la clase trabajadora catalana y que comportan inevitablemente el enfrentamiento con
el estado y la lógica capitalista, no serán el resultado de la aritmética parlamentaria, sino que se ganarán en la calle con la movilización, por eso
toda la dinámica parlamentaria se tiene que
poner a su servicio. Hace falta también
un llamamiento a la solidaridad
de otros trabajadores/as y pueblos
que han manifestado la simpatía por nuestra lucha, preparando la respuesta
ante presiones, sanciones y represión del Estado.
Mª Esther del Alcázar
Lucha Internacionalista
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