Escrito por ANSA
Valora este artículo
(2 votos)
Un cuarto de siglo tras la reunificación, los viejos barrios llenos de edificios que fueron símbolo del socialismo de la República Democrática Alemana (RDA) han ido tomando su revancha y hoy protagonizan un boom inmobiliario.
Estas viviendas todas iguales unas con las otras son llamadas por los alemanes "Plattenbau", palabra compuesta a su vez por dos términos (Platte, panel) y (Bau, edificio) y que explica las características principales de esas casas: simples de construir, económicas y fieles a la regla clave de ese período histórico, o sea el igualitarismo. Hoy en día todo eso es pasado. Gracias a la carencia de viviendas y al aumento de los precios, llegó la hora de la venganza para los "Plattenbau", que en el Occidente representaron por años a una edilicia símbolo de un comunismo gris y triste.
Lindos no eran, pese a que los ancianos de la vieja RDA aún recuerdan cuando en los años '70 el líder del país, Erich Honecker, aprobó un plan de viviendas, cuyo eje eran precisamente los "Plattenbau": departamentos semejantes a contenedores, con calefacción y un buen nivel de comfort para la época, el sueño de muchos alemanes del Este visto que eran seguramente mejores de los aún más austeros y fríos departamentos de otros edificios del país.
Tras la reunificación, se planteó el problema de que hacer con ellos. En algunos casos la reestructuración fue tan solo un "maquillaje" externo, en otros en cambio -por ejemplo en Dresde o en el barrio Marzahn de Berlín- lo que se hizo fue reducir la altura de los edificios, eliminando cuatro o cinco pisos, para que la estructura tuviera un aspecto más ágil y menos pesado.
Luego hubo un cambio. Los urbanistas alemanes decidieron que en el fondo el tema de la altura no era un problema tan grave y, por lo tanto, dejaron intactos a los "Plattenbau", que hoy en día son muy requeridos en un mercado inmobiliario asfixiante vistos los precios. La cotización de esos departamentos se disparó: el metro cuadrado puede llegar hasta los 4 mil euros para los pisos más altos, desde donde la vista es a menudo única.
No faltan, por otra parte, los arquitectos llenos de imaginación y creatividad que lograron encontrar soluciones innovativas, entre las cuales la de juntar dos apartamentos (o más) en una sola vivienda para crear así deslumbrantesloft. Desde la capital, el renacimiento de los viejos edificios del socialismo fue gradualmente "contagiando" también a otras ciudades de la ex RDA, como Lipsia, Jena y Dresde. Ahora el tema clave es en todo caso encontrar viviendas para la oleada de migrantes que llega desde Siria u otros países y que obtienen el asilo político en el país.
(2 votos)
Un cuarto de siglo tras la reunificación, los viejos barrios llenos de edificios que fueron símbolo del socialismo de la República Democrática Alemana (RDA) han ido tomando su revancha y hoy protagonizan un boom inmobiliario.
Estas viviendas todas iguales unas con las otras son llamadas por los alemanes "Plattenbau", palabra compuesta a su vez por dos términos (Platte, panel) y (Bau, edificio) y que explica las características principales de esas casas: simples de construir, económicas y fieles a la regla clave de ese período histórico, o sea el igualitarismo. Hoy en día todo eso es pasado. Gracias a la carencia de viviendas y al aumento de los precios, llegó la hora de la venganza para los "Plattenbau", que en el Occidente representaron por años a una edilicia símbolo de un comunismo gris y triste.
Lindos no eran, pese a que los ancianos de la vieja RDA aún recuerdan cuando en los años '70 el líder del país, Erich Honecker, aprobó un plan de viviendas, cuyo eje eran precisamente los "Plattenbau": departamentos semejantes a contenedores, con calefacción y un buen nivel de comfort para la época, el sueño de muchos alemanes del Este visto que eran seguramente mejores de los aún más austeros y fríos departamentos de otros edificios del país.
Tras la reunificación, se planteó el problema de que hacer con ellos. En algunos casos la reestructuración fue tan solo un "maquillaje" externo, en otros en cambio -por ejemplo en Dresde o en el barrio Marzahn de Berlín- lo que se hizo fue reducir la altura de los edificios, eliminando cuatro o cinco pisos, para que la estructura tuviera un aspecto más ágil y menos pesado.
Luego hubo un cambio. Los urbanistas alemanes decidieron que en el fondo el tema de la altura no era un problema tan grave y, por lo tanto, dejaron intactos a los "Plattenbau", que hoy en día son muy requeridos en un mercado inmobiliario asfixiante vistos los precios. La cotización de esos departamentos se disparó: el metro cuadrado puede llegar hasta los 4 mil euros para los pisos más altos, desde donde la vista es a menudo única.
No faltan, por otra parte, los arquitectos llenos de imaginación y creatividad que lograron encontrar soluciones innovativas, entre las cuales la de juntar dos apartamentos (o más) en una sola vivienda para crear así deslumbrantesloft. Desde la capital, el renacimiento de los viejos edificios del socialismo fue gradualmente "contagiando" también a otras ciudades de la ex RDA, como Lipsia, Jena y Dresde. Ahora el tema clave es en todo caso encontrar viviendas para la oleada de migrantes que llega desde Siria u otros países y que obtienen el asilo político en el país.
Comentarios
Publicar un comentario