Tras el secuestro del supermercado kosher Hyper Cacher, que acabó con el asesinato de cuatro judíos franceses, Benjamín Netanyahu acudió a París a mostrar, junto a otros líderes mundiales, su rechazo al terrorismo. El premier israelí acudió también a una de las principales sinagogas parisinas y recordó a los judíos franceses que Israel es su casa. Naftalí Bennett, ministro israelí de Comercio, que viajó con Netanyahu, hizo también un llamamiento público a los judíos de Francia y les aseguró que no están solos.
Las críticas tanto dentro como fuera de Israel a Netanyahu y Bennett por su actitud al alentar la emigración judía a Israel se han sucedido. Según Chemi Salev, columnista de Haaretz, si los judíos se van de Francia, los islamistas habrán ganado y se cumplirá el deseo nazi del Judenrein(un territorio libre de judíos). David Fahler, también de Haaretz, exige a Israel que deje de animar a los judíos franceses a emigrar, puesto que el Estado judío debe asimismo velar por que las comunidades judías en la Diáspora estén seguras.
Lo cierto es que Netanyahu y Bennett, simplemente, han cumplido con su cometido como altos funcionarios de Israel al recordar que éste es un refugio para judíos en peligro. Y los judíos franceses lo están.
Comentarios
Publicar un comentario