Menos carne y lácteos es mucho más. Es un mejor clima, mejor preservación de los bosques y la biodiversidad, más y mejor agua, más alimentos para más personas, más bienestar para los animales y también y muy importante mejor salud.
Por ello Greenpeace lanza hoy una campaña mundial que marca un objetivo muy ambicioso pero muy necesario: reducir el consumo y la producción de carne y lácteos a nivel global en un 50% para 2050, lo que supondría un consumo medio mundial de 300 g semanales de carne (16 kg por persona y año) y 630 g de lácteos (33 kg por persona y año). Pero, poco a poco, ya que proponemos una reducción gradual. Reducir tu consumo de alimentos de origen animal e incrementar los de origen vegetal es ya un gran paso. Además, también es lo mejor para ti. Si decidimos comer alimentos de origen animal de vez en cuando, la mejor opción es que provenga de la ganadería ecológica y local.
Las conclusiones del informe que se presenta hoy, y que es la piedra angular de la campaña, Menos es más: Reducir la producción y consumo de carne y lácteos para una vida y planeta más saludable no nos pueden dejar indiferentes, pero sobre todo nos tienen que llevar a actuar porque no podemos lograr el cambio deseado sin la participación de todas las personas. Más que nunca estamos llamados a cambiar nuestro estilo de vida y la alimentación es una parte fundamental del nuevo camino.
Porque transformar el modelo predominante y adoptar una dieta donde predominen los alimentos de origen vegetal, ecológicos y locales puede tener efectos muy positivos sobre la salud del planeta y la nuestra. Precisamente, la Organización Mundial de la Salud, determina que una alimentación sana es una alimentación donde predominan los alimentos vegetales. Así, reducir un 50% el consumo y producción de carne y lácteos supondría una reducción del 64% de la emisión de gases de efecto invernadero en 2050, reducir el riesgo de extinción estimado para 2060 para aves y mamíferos de mediano y gran tamaño entre un 20 y un 40%. Permitiría también destinar muchísimas más tierras a producir alimentos para las personas, reducir la importante huella hídrica del sector agrícola y mejorar la calidad de las aguas. De igual forma, adoptando una dieta con menos carne y más alimentos de origen vegetal se podrían evitar al año en 2050 unos 5 millones de muertes. ¡9 personas por minuto! Creo que el esfuerzo merece la pena.
Pese a la importante huella ecológica de la ganadería y su impacto sobre la salud, no existen medidas para frenar el avance de la ganadería industrial ni el consumo de carne. Por este motivo, Greenpeace pide a todos los Gobiernos que pongan fin a las políticas que apoyan la producción industrial de carne y lácteos y, en su lugar, apoyen al sector agrícola a transitar hacía la producción ecológica. También instamos a los Gobiernos a incrementar la disponibilidad de alimentos saludables de origen vegetal y ecológicos y hacemos un llamamiento a las personas de todo el mundo para que se unan al movimiento para reducir el consumo de carne y lácteos.
La alimentación es una poderosísima herramienta que todas las personas podemos utilizar para provocar la necesaria y urgente transformación del modelo agroalimentario predominante y ayudar a construir un mejor futuro para las generaciones futuras y para las demás especies con quienes compartimos este planeta. ¡Utilicémosla! Dieta sana, planeta sano.
Comentarios
Publicar un comentario