Estimadas compañeras,
estimados compañeros;
estimados compañeros;
Este jueves el Grupo Parlamentario de Unidos Podemos–En Comú Podem–En Marea anunció una serie de encuentros con sindicatos, organizaciones sociales y partidos políticos para presentar una moción de censura al gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy. La única herramienta efectiva que nos queda es esta y la vamos a utilizar.
Desde Izquierda Unida hemos mantenido que esta moción es una obligación ética. No hemos querido contemplarla como una iniciativa parlamentaria, encerrada en los juegos de la institución, sino que hemos creído que es el momento de implicar al país en su conjunto.
Con todo lo que ha pasado en España, en 40 años solo hemos contemplado dos mociones de censura, la última hace la friolera de 30 años. Ahora estamos en un grupo confederal amplio, con decenas de diputados y diputadas en alianza que hacen posible una acción de este tipo. Tras la impugnación profunda que supuso el no nos representan del 15M, quienes estamos en el Congreso sabemos que hemos venido a cambiarlo todo. Nunca más las grandes acciones políticas del país han de hacerse sin contar con la ciudadanía, sin el protagonismo directo de la sociedad civil organizada.
Para ello, además de las negociaciones imprescindibles con los partidos políticos de cara a sacar adelante la moción de censura, buscaremos la implicación y apoyo de colectivos ecologistas, sociales, sindicatos y mareas. Hoy hemos empezado esos encuentros, encabezados por nuestro coordinador federal, Alberto Garzón.
El miércoles presentamos en Madrid una querella donde pedíamos la imputación del Partido Popular como organización criminal, y para ello nos acompañaron organizaciones como Attac, Ecologistas en Acción, OMAL, colectivos de Chamberí y contra la privatización del Canal de Isabel II, Equo o la FRAVM. El jueves hemos querido de nuevo trascender las puertas de la institución con esta moción. De esta manera se busca acompañar el trabajo serio y efectivo que podemos hacer desde las instituciones de todo el saber y el empuje de la sociedad civil.
Vamos a presentar así una moción de país. La presentamos sin cerrar, abierta al diálogo. Ante la grave situación de emergencia democrática que sufrimos por la corrupción sistémica, ante el deterioro acelerado de principios fundamentales como el de la separación de poderes, adquirimos el compromiso de que se llevará a término. Esperamos que más pronto que tarde otros actores políticos se incorporen.
La corrupción afecta no sólo a la democracia, también a las condiciones de vida de la gente, expolia recursos públicos y diezma derechos fundamentales. La corrupción, muy ligada al proceso de privatizaciones enarbolado por el neoliberalismo, nos ha empobrecido y nos quita derechos. Ha permitido además que el poder real en España resida en grandes empresarios que no se presentan a las elecciones, todo ello con la complicidad imprescindible de representantes políticos más vinculados a la oligarquía que a la ciudadanía.
Ha llegado así un momento en el que no bastan las comparecencias ni las peticiones de dimisión, pues ante los oídos sordos y la irresponsabilidad de este gobierno sabemos bien que se las lleva el viento. La herramienta constitucional que tenemos disponible ante esta situación de excepción, el único instrumento efectivo, es la de la moción de censura constructiva. Porque este gobierno no puede durar ni un día más. Porque hay alternativa.
¡Hay que echarlos!
[Os adjuntamos dos documentos para facilitar vuestro trabajo. En primer lugar, el argumentario federal explicando en qué consiste la moción, cuál es el procedimiento parlamentario y los antecedentes, así como las tareas inmediatas de trabajo para el conjunto de Izquierda Unida. En segundo lugar, las indicaciones de trabajo para las próximas movilizaciones de este mes de mayo.]
Desde Izquierda Unida hemos mantenido que esta moción es una obligación ética. No hemos querido contemplarla como una iniciativa parlamentaria, encerrada en los juegos de la institución, sino que hemos creído que es el momento de implicar al país en su conjunto.
Con todo lo que ha pasado en España, en 40 años solo hemos contemplado dos mociones de censura, la última hace la friolera de 30 años. Ahora estamos en un grupo confederal amplio, con decenas de diputados y diputadas en alianza que hacen posible una acción de este tipo. Tras la impugnación profunda que supuso el no nos representan del 15M, quienes estamos en el Congreso sabemos que hemos venido a cambiarlo todo. Nunca más las grandes acciones políticas del país han de hacerse sin contar con la ciudadanía, sin el protagonismo directo de la sociedad civil organizada.
Para ello, además de las negociaciones imprescindibles con los partidos políticos de cara a sacar adelante la moción de censura, buscaremos la implicación y apoyo de colectivos ecologistas, sociales, sindicatos y mareas. Hoy hemos empezado esos encuentros, encabezados por nuestro coordinador federal, Alberto Garzón.
El miércoles presentamos en Madrid una querella donde pedíamos la imputación del Partido Popular como organización criminal, y para ello nos acompañaron organizaciones como Attac, Ecologistas en Acción, OMAL, colectivos de Chamberí y contra la privatización del Canal de Isabel II, Equo o la FRAVM. El jueves hemos querido de nuevo trascender las puertas de la institución con esta moción. De esta manera se busca acompañar el trabajo serio y efectivo que podemos hacer desde las instituciones de todo el saber y el empuje de la sociedad civil.
Vamos a presentar así una moción de país. La presentamos sin cerrar, abierta al diálogo. Ante la grave situación de emergencia democrática que sufrimos por la corrupción sistémica, ante el deterioro acelerado de principios fundamentales como el de la separación de poderes, adquirimos el compromiso de que se llevará a término. Esperamos que más pronto que tarde otros actores políticos se incorporen.
La corrupción afecta no sólo a la democracia, también a las condiciones de vida de la gente, expolia recursos públicos y diezma derechos fundamentales. La corrupción, muy ligada al proceso de privatizaciones enarbolado por el neoliberalismo, nos ha empobrecido y nos quita derechos. Ha permitido además que el poder real en España resida en grandes empresarios que no se presentan a las elecciones, todo ello con la complicidad imprescindible de representantes políticos más vinculados a la oligarquía que a la ciudadanía.
Ha llegado así un momento en el que no bastan las comparecencias ni las peticiones de dimisión, pues ante los oídos sordos y la irresponsabilidad de este gobierno sabemos bien que se las lleva el viento. La herramienta constitucional que tenemos disponible ante esta situación de excepción, el único instrumento efectivo, es la de la moción de censura constructiva. Porque este gobierno no puede durar ni un día más. Porque hay alternativa.
¡Hay que echarlos!
[Os adjuntamos dos documentos para facilitar vuestro trabajo. En primer lugar, el argumentario federal explicando en qué consiste la moción, cuál es el procedimiento parlamentario y los antecedentes, así como las tareas inmediatas de trabajo para el conjunto de Izquierda Unida. En segundo lugar, las indicaciones de trabajo para las próximas movilizaciones de este mes de mayo.]
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