El
próximo 16 de abril está convocado el referéndum para la reforma
de la constitución que impulsa el presidente Erdogan. Con la reforma
presidencialista, desaparece el primer ministro y es el presidente de
la república quien concentra el poder ejecutivo. También podrá
intervenir en la elección del poder judicial. Las elecciones
legislativas pasan a 5 años (ahora son 4), coincidiendo con las
presidenciales. Aumentan a 600 el número de diputados (50 más de
los actuales). En resumen, Erdogan pretende concentrar plenos poderes
para perpetuarse.
El
referéndum se hace bajo estado de excepción y un recorte brutal de
las libertades democráticas. Erdogan aprovechó el fallido golpe de
estado del pasado mes de julio para lanzar una terrible ofensiva que
le permita hacer pasar la reforma constitucional. Cuenta para ello
con el apoyo del MHP (Partido de la Acción Nacionalista) de extrema
derecha. Gobierna por decreto-leyes para anular y reprimir toda
oposición: decenas de miles de presos y detenidos, más de 100.000
despedidos, centenares de medios de comunicación y asociaciones
cerradas. Ha prohibido la huelga de metalúrgicos y persigue a los y
las trabajadoras sindicalizadas. Ha desatado una brutal guerra en el
Kurdistán, con cientos de muertos, miles de heridos y de
desplazados, la disolución de 10 gobiernos municipales detenido a 12
diputados/as del HDP (el Partido de Democracia del Pueblo, alianza
pro kurda) y decenas de alcaldes y concejales. Ha intervenido
militarmente en el norte de Siria. Han sido constantes los ataques a
los derechos de la mujer.
El
endurecimiento del régimen que quiere imponer el Gobierno se
inscribe en la pugna entre revolución y contrarrevolución que vive
la región desde 2011 con el inicio de la revolución en Túnez y que
tuvo su expresión en Turquía en las movilizaciones de Gezi Park de
2013. La lucha por el No en el referéndum es un llamado a redoblar
la lucha por la defensa de las libertades democráticas. Es exigir el
inmediato fin del estado de emergencia, de la represión y del
gobierno por decreto. Es exigir la libertad de los militantes kurdos
y de la izquierda turca detenidos, el fin de los despidos contra los
sindicalistas y la reintegración en sus puestos de trabajo. Es
defender los derechos de la mujer.
El
endurecimiento del carácter bonapartista y dictatorial del régimen
está al servicio de imponer duras medidas contra los y las
trabajadoras turcas en el marco de la crisis capitalista que se
agrava en Turquía, con el crecimiento del desempleo, la pérdida de
poder adquisitivo de los salarios y aumento de la sobreexplotación,
y de crecimiento acelerado de la deuda, que viene de la mano de una
política de ajuste y recortes en los servicios públicos. Por ello
la lucha por el no en el referéndum es un llamado a la movilización
de la clase obrera en defensa del trabajo y del salario, en defensa
del derecho de huelga y sindicalización. Contra los ajustes y por el
no pago de la deuda.
Asimismo,
la militarización y el estado policial que quiere levantar está
también al servicio de la opresión del pueblo kurdo, de la política
de tierra quemada. Por ello el llamado a derrotar el plan de Erdogan
es también un llamado a la rebelión de los pueblos, a acabar con la
guerra en Kurdistán, a exigir la retirada de las tropas turcas de
Siria y a conquistar el derecho de autodeterminación del pueblo
kurdo.
Por
todo ello, la Unidad Internacional de los Trabajadores- Cuarta
Internacional (UIT-CI) llama a apoyar el voto No y a la solidaridad
internacional con los trabajadores/as y los pueblos de Turquía y a
derrotar los planes de Erdogan.
NO
a Erdogan. Fin del estado de emergencia y del gobierno por
decreto-ley.
Libertad
a los dirigentes del HDP, luchadores kurdos y de la izquierda turca
detenidos.
NO
a las prohibiciones de huelgas. Derecho a la sindicalización.
Readmisión de los despedidos.
El
16 de abril llamamos a votar NO en el referéndum
Unidad
Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional (UIT-CI)
28
de marzo de 2017.
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