27 Dec 2016
Los niños refugiados que han llegado a Europa en los últimos años, proveniendo de Siria, Irak, Afganistán, Somalia y de otros países, tienen necesidades urgentes y concretas, como alojamiento, seguridad, salud e higiene y apoyo psicológico. El asunto de la educación de los niños refugiados es de suma importancia, dado que el cumplimiento de las necesidades mencionadas depende en gran parte de su educación.
Desafortunadamente, la situación es la misma en todos los países de acogida: el porcentaje de los niños refugiados que asisten a las escuelas públicas es sumamente bajo, dado que la responsabilidad de la gestión de los asuntos de los refugiados, así como los fondos respectivos de la UE se otorga a las diversas ONG, en lugar de ser responsabilidad de los Estados.
Además, las existentes estructuras de acogida para la Educación de los refuciados carecen de la infraestructura necesaria, de suficientes profesores y asistentes sociales, así como del apoyo de los profesores, para que hagan frente a dificultades objectivas como el nivel educativo diferente dentro una misma clase, los niños que nunca han asistido a la escuela a los 10 o 12 años, traumas psicológicos, desobediencia, dificultades en la comunicación. Es crucial que los países de acogida, a través de los Ministerios de Educación dirijan los fondos necesarios hacia la contratación de profesores y la creación de espacios adecuados de enseñanza y la publicación de nuevos libros especiales para los niños refugiados.
Para los niños refugiados, la enseñanza de su lengua materna es también importante, para que puedan sentirse cómodos, comunicar e integrarse sin problémas en el sistema educativo.
El cumplimiento de todas las necesidades de los refugiados, como su necesidad de llegar a sus países de destino, el examen rapido de las solicitudes de asilo, la reunificación familiar, la desición sobre quién se va a quedar en el país de acogida, serán medidas de verdadero apoyo. Los refugiados y sus niños no necesitan la filantropía cosmopolita de las ONG, ni tampoco la pena internacionál. Son víctimas de las guerras imperialistas y de la barbarie capitalista.
Tienen el mismo enemigo como todos los trabajadores del mundo, y la misma meta de una sociedad sin guerras, refugiados, desempleo y explotación.
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