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Antes de la llegada de los conquistadores españoles en 1.492 existían unos 80 millones de habitantes en América (Abya Yala).
Se estima que en el siglo XVI los españoles y los portugueses consiguieron sin cámaras de gas ni bombas hacer desaparecer entre sesenta y ciento cincuenta millones de indígenas en América latina.
“La mayor masacre de la historia de la humanidad, eso ocurrió aquí, en nuestra Latinoamérica y ni un triste museo del holocausto”, detalló John Maximino Muñoz Telles, especialista en Cultura Indígena Latinoamericana.
Aquí hacemos un repaso de la barbarie ejecutada por los españoles:Desde 2.006, cada 27 de de enero durante el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto se recuerda a las víctimas de la llamada ‘solución final’, actos atroces perpetrados con la intención de destruir a un determinado grupo por motivos étnicos o religiosos.
Según corrientes indigenistas, sobre todo de la escuela de Berkeley, la cifra es de entre 90 a 112 millones de indígenas. No obstante, nuevas ponderaciones hacen suponer en el presente que en América existían unos 80 millones de habitantes antes de la invasión en 1.492.
“América debe callar, pero no calla, no callamos, renunciamos al silencio y reclamamos la verdad”
De esta cantidad, las tres cuartas partes (unos 65 millones), corresponderían al territorio que luego fue Hispanoamérica. Sus grandes centros poblacionales eran el Imperio Inca, con cerca de 30 millones, y los Mexica con unos 20.
Se cree que al año 1.700, siglo y medio después, este total se había reducido de manera dramática a cinco millones; lo que representa la desaparición de 60 millones de indígenas “masacrados” por el imperio español, unos 400 mil cada año.
Estas cifras se pueden comparar con el número de muertos resultado de la segunda Guerra Mundial. De esta conflagración tampoco se tienen cifras exactas en cuanto a los decesos.
El “método de guerra de los conquistadores”
El catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Barcelona, Antonio Espino López, explica que las “masacres, asesinatos, amputaciones de manos y pies, heridas curadas con aceite hirviendo, violaciones… semejantes crímenes parecen sacados de una mente perturbada”.
“Esto era el día a día en las batallas que tuvieron lugar durante la conquista de América. Un período de nuestra historia que tiende a mitificarse obviando sus pasajes más oscuros”, asegura el también especialista en Historia Militar.
Espino López da en su libro La Conquista de América, una revisión crítica, donde se sirve de los testimonios dejados en las numerosas crónicas de Indias para describir con precisión las armas, tácticas, batallas y sangrientas prácticas que ‘héroes’ como el español Hernán Cortés llevaron a cabo.
La Matanza de Tóxcatl ejecutada el 20 de mayo de 1.520, bajo la dirección de Pedro de Alvarado, capitán español subordinado de Hernán Cortes, ha de tomarse como referencia para recordar el día del holocausto de los pueblos indígenas de América.El caso de Tóxcatl
Las razones que presentan los defensores de las corrientes indígenas, es que esta matanza estuvo dirigida a acabar con la élite indígena que podía resistir en México la invasión española.
Dicha masacre dio origen a la llamada por los españoles “Noche triste”, noche en la cual los españoles sufrieron una dura derrota proporcionada por los mexicas como reacción entre otras muchas cosas a la matanza de Tóxcalt.
La tercera razón es que dicha matanza está bien documentada y su fecha es fácil de establecer.
En entrevista hecha por el periodista, Javier Zurro, al catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en Historia Militar, Antonio Espino López, se destaca que la conquista de América se tiene mitificada por un simple desconocimiento histórico.
“Me da la sensación que, por una cuestión de patriotismo mal entendido, siempre se ha negado cualquier exceso cometido en América o se ha querido justificar como una típica acción de guerra que, además, en el caso que nos ocupa duró muy poco tiempo”.
Nuestros conquistadores muchas veces son mostrados como héroes.
Según Espino López, esa imagen es fruto del desconocimiento o la falta de reflexión. Para el catedrático es “fruto de la idea tan generalizada de que los aborígenes ganaron mucho con la presencia hispana en sus tierras”
Fuente:“Los intelectuales de la época jugaron un papel importante transformando sobre todo a Hernán Cortés, y en menor medida a Francisco Pizarro, en nuevos héroes a la altura de los mencionados. Esa imagen fascinó y convenció a lo largo de los años, sobre todo en un país en el que no hubo grandes “héroes” a partir del siglo XVII”.
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