Por Santiago Pérez
(Rio de Janeiro) - Brasil, la mayor economía de América Latina fue notica en las últimas horas por la fuerte devaluación de su signo monetario. A continuación, una conversación con el economista brasileño Alexandre Rocha* en donde se analizan las causas y consecuencias de esta depreciación así como también eventuales proyecciones a futuro.
Santiago Pérez: ¿Cuáles son las causas que impulsan la depreciación del Real?
Alexandre Rocha: En el plano interno, la presión sobre el real está instalada desde mediados de 2014. Las expectativas sobre un eventual aumento en las tasas de interés en los Estados Unidos sumado a la incertidumbre relativa a la delicada situación europea y los negativos datos de la economía brasileña han alimentado esta presión. El dólar alcanzó esta semana su máximo valor desde 2004 siendo la incertidumbre política local la frutilla del postre. La creciente inflación, el bajo crecimiento y el incumplimiento de la meta fiscal por parte del Gobierno son los tres principales factores que han impulsado la depreciación del signo monetario local. Adicionalmente el gobierno ha intentado relajar los objetivos fiscales lo cual ha sido percibido por los inversores como falta de compromiso oficial con los pilares macroeconómicos. El desgaste político entre el partido de gobierno (PT) y su principal aliado en el Congreso Federal (PMDB) ha impedido al ejecutivo aprobar en el Parlamento un paquete de ajustes conocido como “Medida Provisoria 669”. Sin el apoyo de sus fuerzas aliadas será difícil para el Palacio do Planalto encaminar las reformas necesarias para que el país retome la senda del crecimiento. Con este escenario de turbulencias políticas es altamente probable que el Real ingrese en un período de fuerte inestabilidad. El escenario internacional tampoco es favorable. La economía norteamericana continúa mostrando una evolución favorable tal cual lo demuestran los recientemente difundidos datos de empleo. Esta situación fortalece al dólar ante prácticamente todas las monedas a nivel global.
Pérez: ¿Cuáles son las consecuencias de esta depreciación?
Rocha: Un dólar más caro ayuda a las empresas que poseen ingresos en moneda extranjera y costos en reales, es decir, a los exportadores. Principalmente los sectores productores de celulosa, alimentos y siderurgia entre otros. Pero para comprender el escenario completo es necesario analizar un conjunto de variables. Por ejemplo, la multinacional Vale, potencia en exportaciones mineras podría, en principio, beneficiarse por la suba del dólar. Pero el precio de los metales en el mercado internacional se encuentra con una tendencia a la baja y China, principal cliente, a visto sus compras ralentizadas debido a la desaceleración de su crecimiento. Esto significa que si bien un real más débil puede ser un estímulo a las ventas externas, los beneficios reales deben ser analizados sector por sector. El elemento negativo de esta devaluación es sin dudas la mayor presión inflacionaria. Brasil importa aproximadamente un 70% de insumos y componentes por lo que el costo de producción local se verá incrementado. Lógicamente este costo adicional será transmitido al consumidor.
Pérez: ¿Qué puede suceder con el real en los próximos meses?
Rocha: Las expectativas pueden afectar prácticamente a todas las variables de la economía y el valor del dólar no es la excepción. Saber el valor futuro de la divisa es imposible pero si es viable hacer el ejercicio contrario. ¿Usted cree que el gobierno será capaz de reestablecer el dialogo parlamentario, recomponer su base de partidos aliados e implementar el programa de reformas necesarios para recuperar el crecimiento?. ¿Usted cree que logrará administrar la crisis política desatada por el escándalo de corrupción por el que atraviesa Petrobras?. ¿Podrá contener las manifestaciones que lentamente toman fuerza, por ejemplo la del próximo día 15/3 que reclama un juicio político a Dilma Rousseff?. Si todo esto fuera posible, podríamos esperar un dólar oscilando en torno a los 2,80 o 2,90 reales. Pero es realmente difícil que esta suma de factores se concretice. Es por esto que es esperable una mayor desvalorización del real, sin mencionar siquiera las consecuencias de un eventual aumento en las tasas de interés en los Estados Unidos, esperadas por el mercado desde mediados del año pasado.
* Alexandre Rocha, Economista. alexandre@dagaveta.com.br
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