Al visitar Berlín resulta difícil pensar que hace no tanto era un territorio dividido en dos mitades muy opuestas. El turista curioso cae en la tentación de comprobar qué diferencias había entre Oeste y Este, y en especial, en observar los resquicios de la que fue mundial capital de la República Democrática de Alemania (RDA).
Una ventaja es que la almendra central de la ciudad forma parte de aquella zona. Empezando desde la puerta de Brandeburgo y siguiendo la avenida Unter den Linden, una de las principales de la ciudad. La zona próxima a Brandeburgo, eso sí, poco tiene que ver con lo que era Berlín Este. De hecho, en apenas una manzana conviven las embajadas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia, además de un buen número de edificios comerciales y de oficinas. En este sentido, la Karl-Marx-Allee sí se mantiene fiel a esos años. Un ancho bulevar con grandes bloques de viviendas al estilo soviético, que nace en la Strasburger Platz hasta la Puerta de Fráncfort, una gran plaza con dos torres gemelas que la destacan.
Comentarios
Publicar un comentario