No eso no, pero prepárense aquellos proletarios con sueldazos de 800 euros o de 700, 1000 600, porque con esta paga usted estará prácticamente a disposición de la empresa. Me refiero a lo que pretende el Gobierno Socialista en el nuevo Acuerdo para la Negociación Colectiva. Entre las medidas que el ejecutivo quiere impulsar entre sindicatos y capo-empresarios destacamos la reforma de los convenios colectivos, modificación que deberá contemplar dos aspectos fundamentales que harán ganar a las empresas flexibilidad interna en la gestión de sus plantillas. Como primer regalo a los proletarios tenemos la adaptación de los salarios a la productividad, la modificación de la jornada laboral y los turnos para ligarlos a la evolución del mercado. Pero una de las medidas estrellas es la movilidad funcional y geográfica del obrero en el puesto de trabajo, con lo cual si usted gana 800 euros y su empresa afincada en Parla decide mandarle a Melilla usted no podrá rechistar y si quiere seguir ganando este sueldazo tendrá que tragar con este pisoteo de los derechos. No es que te despidan, no, es simplemente abrirte la puerta para que te marches porque ya me contaran quien se va a ir a otro sitito a empezar de cero con este sueldo paupérrimo y tener que buscarse otra vivienda. Eso es conciliar la vida laboral y familiar, lo demás son tonterías. Y como guinda a este pastel las empresas podrán incumplir el convenio colectivo si no están en condiciones de cumplirlo, incluido el salarial. ¿Que se apuestan que casi todas no están en condiciones de cumplirlo? Eso si en Comité de Empresa debe de estar de acuerdo, siempre que este exista claro.
Estas son las medidas importantísimas para salir de la crisis entre otras como ayudar a las entidades financieras. Como verán ustedes no existen casi diferencias ¿verdad? Es lo que tiene esto del “estado social y democrático de derecho” que democráticamente nos hacen la vida mas cuesta arriba a los de siempre para que los “otros de siempre” sigan con sus insultantes beneficios. ¡Viva la democracia!
Mi esperanza esta puesta en las centrales sindicales las cuales, y sin fisuras, pondrán a cada uno en su sitio (o no) en estos apaños que se están fraguando en el Gobierno y si no analicen cuanto pueden cambiar nuestra vida estas medidas y de que manera directamente les puede afectar. Esto como casi todo en esta crisis, es una vergüenza.
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