Acosado
por protestas masivas en todo el país, y luego de una salvaje
represión que lleva 40 muertos y más de 350 heridos, Nicolás
Maduro, convoca a una Asamblea Constituyente fraudulenta. Pretende
perpetuarse en el poder para seguir ajustando al pueblo. Mientras
siguen pagando la deuda externa crece el hambre. No hay pan. Los
salarios están entre 30 y 50 dólares. El gobierno de Maduro no es
de izquierda, es antiobrero. Tampoco es salida la oposición patronal
de la MUD. Hay que seguir movilizados hasta derribar a Maduro
y preparar una alternativa política de independencia de
clase.
Hay
algo que sirve para definir qué pasa en Venezuela y qué es el
gobierno chavista de Maduro y el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV). Uno se levanta un domingo a la mañana y va a la
panadería de la esquina a comprar pan y le dicen “no hay pan” y
“ni va a haber”. Punto. Pero eso no es sólo los domingos es
todos los días. Esto es Venezuela. Antes no hubo papel higiénico
pero que no haya pan es otra cosa. Esto es el hambre. La libertad
democrática número uno que no cumple Maduro. Hace meses que para
millones es una odisea conseguir pan y la harina para hacer las
“arepas (*)”. Por esto la mayoría odia a Maduro y a su gobierno.
Esta es la base del crecimiento de la rebelión popular. Además de
reprimir e impedir la libertad de expresión o el derecho a la
protesta. No garantiza el pan, la comida ni los medicamentos. Es hora
de que los que desde la izquierda aún pretenden defender a este
régimen se den cuenta de lo que pasa. El pan falta no por una
supuesta “guerra económica”. Falta la comida porque siguen
pagando la deuda (en el 2016 se pagaron 18 mil millones de dólares y
este se pagarían 17 mil más) y siguen los pactos con las
multinacionales del petróleo.
La farsa de la Constituyente
Como
un manotazo de ahogado, en medio de la gravedad de la crisis política
y social, Maduro sale a convocar a una supuesta Asamblea
Nacional Constituyente. Como bien lo denuncia nuestro
partido hermano el Partido Socialismo y Libertad (PSL), la
Constituyente es fraudulenta porque una parte de sus 500 miembros
serán designados por organizaciones controladas por el gobierno y
otra en “elecciones territoriales” que no se sabe que significa.
Maduro lanza esta maniobra para tratar de darse tiempo en medio del
crecimiento de las movilizaciones masivas que lo están poniendo
contra las cuerdas. Y por otro lado, con el cuento de la
“democracia participativa y protagónica”, busca
perpetuarse en el poder y no convocar a las elecciones presidenciales
que están pautadas para el 2018.
Su
objetivo es consolidar, cada vez más, un régimen totalitario con el
modelo de “partido único”. El gobierno y el régimen de Maduro
se van consolidando como un estalinismo burgués. Se trata de un
gobierno represor que se dice socialista y antiimperialista pero que
gobierna para los empresarios y para las multinacionales. Por eso la
consigna central, no la única, para acabar con esta situación es
impulsar la movilización por “Fuera Maduro”.
Se ha iniciado una rebelión popular democrática
La
disputa está en la calle. Hace más de un mes que se han iniciado y
crecen las movilizaciones masivas contra el gobierno en Caracas y en
todo el país. Estas movilizaciones van más allá de las
convocatorias que hace la oposición patronal de la MUD (Mesa de la
Unidad Democrática). Se han ido sumando sectores populares de los
barrios y comunidades que fueron base social del chavismo en todas
las ciudades del país. Esa rebelión adopta diversas formas marchas,
cacerolazos, cortes de calles y autopistas, con barricadas, marcha de
mujeres y hasta saqueos generalizados que muestran la desesperación
de amplias franjas. Por eso es totalmente equivocado interpretar que
“son marchas de la MUD” y de la “derecha”. Incluso la MUD
tuvo que convocar presionada por su propia base . En Caracas se han
producido movilizaciones en barrios populares como El Valle, Coche,
el 23 de enero, Baruta y el barrio 5 de julio de Petare. En Valencia,
estado de Carabobo, en la última semana ha habido un levantamiento
generalizado en la zona sur de la ciudad, muy popular y obrera. Se
han dado saqueos y violentos choques con la policía en barrios como
La Isabelica, San Blas, Los Cedros, los Guayos, Tocuyito, entre
otros. Esto se ha repetido en Táchira, Mérida, Maracaibo,
Barquisimeto, etc.
La
Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana
(GBN) junto a los “colectivos” paramilitares fueron los
encargados de la represión. Con un saldo hasta ahora de 40 muertos,
mayoría jóvenes, más de 350 heridos y centenares de detenidos.
Estos detenidos están siendo enviados a tribunales militares
acusados de “terroristas”. La juventud estudiantil y popular
barrial tiene gran protagonismo. Hacen su propia autodefensa con
escudos del estilo medieval y barricadas en los barrios y en las
calles. En las marchas urbanas, incluso las que convoca la MUD,
empiezan a ir sectores independientes que las ven como un cauce para
accionar contra Maduro. En Maracay, por ejemplo, un grupo de jóvenes
participó con un cartel que decía “Ni MUD Ni PSUV, Somos los de
abajo que venimos por los de arriba”. Los militantes
revolucionarios del PSL están participando de todo este proceso de
rebelión popular, llevando sus propias consignas y volantes.
Las
fisuras en el chavismo y la lucha por “Fuera Maduro”
La
persistencia de la movilización popular está provocando fisuras en
el seno del chavismo que aún son incipientes pero pueden crecer. La
principal sigue siendo la fiscal general Luisa Ortega Díaz quien
volvió a diferenciarse del gobierno. “No podemos exigir un
comportamiento pacífico y legal de los ciudadanos si el Estado toma
decisiones que no están de acuerdo con la ley”, expresó
durante una entrevista para el diario The
Wall Street Journal.
Otro
que tomó distancia ha sido Gustavo Dudamel, el conocido director del
Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles, simpatizante
chavista, que repudio la represión. Lo mismo sucedió con el hijo
del dirigente chavista Tarek Williams Saab, exgobernador de
Anzoátegui y actual Defensor del Pueblo. También expresaron su
repudio figuras deportivas como los destacados beisbolistas Jesús
Aquilar, Eduardo Pérez y Robinson Chirinos.
La
lucha por la caída de Maduro está abierta. Como lo señala el PSL
“la salida no pasa por un gobierno de la MUD y sus partidos. Ellos
representan la vieja política patronal y proyanki. (...) Por eso no
repudian el paquete de ajuste de Maduro, ni se oponen a que siga
pagando la deuda externa. Por eso tampoco llaman claramente a que
Maduro se vaya, y utilizan la movilización, impuesta por la presión
popular, para buscar una nueva negociación a espaldas del pueblo y
la juventud, tal como hicieron en el 2016 con el frustrado diálogo”.
La
lucha por el “Fuera Maduro” y su gobierno, plantea la lucha
estratégica por un Gobierno de los Trabajadores que lleve adelante
un plan económico de emergencia obrero y popular, como lo plantean
nuestros compañeros del PSL.
Por
eso junto a la movilización es necesario seguir impulsando la
formación de un polo político alternativo con los sectores que
rompan por izquierda con el chavismo. Y continuar impulsando la
movilización popular hasta la caída de Maduro para avanzar hacia
los cambios de fondos que necesitan los trabajadores y el pueblo
venezolano.
Caracas,
9 de mayo de 2017
Miguel
Sorans, desde Caracas, Venezuela
Miembro
de Izquierda Socialista de Argentina (IS) y la Unidad Internacional
de los Trabajadores – Cuarta internacional (UIT-CI)
(*)
La arepa es un pan de maíz muy popular en Venezuela
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