UGT | lunes, 29 de agosto de 2016
Para UGT y CCOO, el acuerdo de investidura de PP y Ciudadanos no supone un proyecto de país, dirigido a construir una senda de progreso sólida y duradera, sino que apuesta por la continuidad de las políticas desarrolladas por el Gobierno en funciones, que ya se han demostrado como un absoluto fracaso. El acuerdo ni cuestiona las nefastas políticas de austeridad extrema que han provocado la actual situación económica, ni la derogación de las dos últimas reformas laborales, imprescindibles para la creación de empleo estable y con derechos, ni plantea la necesaria subida del SMI ni una reforma fiscal integral, entre otras cuestiones. Por ello, CCOO y UGT reclaman otras políticas que impulsen el necesario cambio de modelo productivo, asegure un crecimiento estable y con derechos y resuelva los problemas reales de las personas de nuestro país.
UGT y CCOO consideran que el acuerdo de investidura de PP y Ciudadanos, bajo el título “150 compromisos para mejorar España” no contiene un proyecto de país que nos permita construir una senda de progreso sólida y duradera para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos españoles, sino que apuesta por la continuidad de las políticas ya desarrolladas por el Gobierno en funciones y que se han demostrado como un absoluto fracaso.
España necesita mucho más. Necesita una revisión global de su modelo de crecimiento y de sus estructuras institucionales, con el objetivo de situar en el centro de las políticas a las personas. Pero esto no se aprecia en el acuerdo entre PP y Ciudadanos.
CCOO y UGT señalan que este acuerdo ni cuestiona las nefastas políticas de austeridad extrema; ni propone la derogación de las reformas laborales de 2010 y 2012; ni la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para propiciar un aumento del consumo y la demanda interna y disminuir los niveles de desigualdad y pobreza; ni plasma una reforma fiscal integral que aumente los ingresos y mejore la distribución de la riqueza.
Además, tampoco se establecen objetivos de fortalecimiento de las políticas esenciales del Estado de Bienestar; ni se incluye la creación de una prestación de ingresos mínimos para las personas sin recursos; ni se promueve un Plan Estratégico para la Industria que sea el motor del cambio de modelo productivo que necesita nuestro país; ni se otorga la diálogo social el papel protagonista que debe tener como mecanismo prioritario para abordar las reformas en materia económica, social y laboral que necesitamos.
En relación a la política económica, la senda de estabilidad no pasa por más reformas de carácter estructural de las que ya tenemos y que han evidenciado su fracaso, sino por hacer una estabilidad presupuestaria compatible con las necesidades de nuestro país, lo que conlleva negociar con las autoridades europeas nuevos objetivos de déficit para apostar firmemente por un crecimiento sostenible e igualitario.
En cuanto al mercado de trabajo, el acuerdo dice perseguir tres objetivos fundamentales: reducir el desempleo, acabar con la precariedad y potenciar el capital humano, pero plantea medidas inadecuadas para alcanzarlos. Para UGT y CCOO, es fundamental derogar las dos últimas reformas laborales. Hasta que no se reviertan, no podremos generar empleo de calidad y con derechos.
En este sentido, entre otras cuestiones, destaca la ausencia de mención en el documento del contrato de relevo, fundamental para impulsar el empleo juvenil, y de la regulación del tiempo parcial, cuya mejora sería imprescindible para luchar contra la precariedad. Además, hay una evidente ausencia de medidas para mejorar la cobertura a través de las prestaciones por desempleo; el Programa de Activación para el Empleo Plus incluido no responde a la problemática real, ya que es necesario ampliar los criterios de acceso al mismo; no se realiza ninguna propuesta clara y definida de aumento presupuestario para las políticas activas de empleo; y no se aborda en profundidad el desarrollo del Plan de Garantía Juvenil, planteando como medida estrella para su impulso los más que conocidos, e ineficaces, incentivos a la contratación.
En relación a las pensiones, CCOO y UGT lamentan que el acuerdo siga apostando por mantener y ampliar la nefasta política de exenciones y reducciones en la cotización. El acuerdo no menciona ni una sola medida para lograr el objetivo de la suficiencia de las pensiones y se demuestra que la prioridad de PP y Ciudadanos no es apostar por garantizar la viabilidad y sostenibilidad de un sistema público que proteja dignamente las necesidades reales de los ciudadanos.
En otras cuestiones, como en materia de salarios, el acuerdo no plantea la necesaria subida del SMI, sino que propone un Complemento Salarial Garantizado que lejos de atacar la situación actual de precariedad generalizada que ha supuesto la última reforma laboral, la asume y consolida. Una medida muy costosa que solo servirá para profundizar en un modelo productivo basado en la precariedad y los bajos salarios.
En relación a la fiscalidad, para UGT y CCOO las actuaciones propuestas resultan muy insuficientes y, en algunos casos, contradictorias. Para ambas organizaciones, es un grave error que no se aumente el IRPF para los que más tienen y que incluso se pretenda reducirlo en dos puntos cuando se alcance el déficit del 3%. Resulta imprescindible aumentar los ingresos no solo para reducir el déficit, sino para mejorar los servicios públicos fundamentales.
Y respecto a otras medidas, en el ámbito de la igualdad, aunque se abre la vía de un diálogo para alcanzar un pacto por la conciliación laboral, no se contemplan las medidas necesarias para alcanzar esta igualdad en el ámbito laboral, sino que se limita a mencionar ambigüedades. No se establecen medidas para combatir la brecha salarial y se parte del concepto erróneo de que la equiparación del permiso de paternidad debe incluirse en una ley integral de apoyo a la familia, cuando es un derecho que ya tiene plena articulación en la legislación laboral y de seguridad social.
Tampoco existe ni una sola referencia en todo el texto al colectivo de extranjeros, ni siquiera a la reposición del derecho a la asistencia sanitaria a quienes ahora carecen de ella. Tampoco se habla de las situaciones más graves de explotación laboral ni del trabajo doméstico.
Además, se introduce la medida del cheque formación, que solo pone en evidencia el fracaso de las actuales políticas activas de empleo con los parados de larga duración con un cheque que supone la promoción de un gran negocio privado con la gestión de los fondos públicos de la formación para desempleados.
Por todo ello, CCOO y UGT consideran que este acuerdo supone la continuidad de las políticas del Gobierno del PP, que desatiende tanto las necesidades fundamentales de nuestro modelo productivo y de nuestro sistema de protección social, y que resulta insuficiente para superar los retos que tiene España y las urgencias de la mayoría de la población de nuestro país.
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