CGT reprocha a los defensores de la patria y la soberanía española que hayan entregado en bandeja derechos y libertades a las grandes multinacionales
La
Confederación General del Trabajo (CGT) lamenta que el pasado viernes, 27 de
octubre, el Senado aprobase el Tratado de Libre Comercio entre Europa y Canadá
(CETA).
En
este sentido, la CGT considera que esta aprobación “exprés” ha sido posible
gracias al velo que ha supuesto la crisis catalana, un proceso que lleva meses
en marcha y que mantiene la atención de los medios y de la opinión pública
lejos de los problemas que ahogan a las clases populares: desahucios, pobreza
energética, recortes, precariedad laboral, pensiones, corrupción, etc.
Aunque
el CETA entró en vigor provisionalmente el pasado 21 de septiembre, las
empresas transnacionales han presionado para garantizar que el CETA terminara
aprobándose y por lo tanto, aplicándose a todos los Servicios Públicos,
impidiendo a partir de ahora que los diferentes gobiernos de turno promulguen
nuevas leyes que puedan paliar los efectos de este tratado.
CGT
cree que con la aprobación del CETA, gracias al PP, C’s, PNV, Foro Asturias,
UPN, PdCAT, y la abstención del PSOE, la protección de pacientes, clientes y
personas trabajadoras quedará subordinada al único propósito de la obtención de
beneficios de las multinacionales.
CGT
subraya que la aprobación del CETA no habría sido posible gracias a la
colaboración y complicidad de los diferentes gobiernos europeos, tanto
conservadores como “progresistas”.
La
CGT continuará defendiendo los derechos de nuestro pueblo, seriamente
amenazados por estos tratados neoliberales.
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